A pesar de que "San Andrés" es una americanizada, también es una experiencia mega entretenida, emocionante con situaciones de riesgo y suspenso bien ejecutado. Una destrucción masiva (de nuevo el letrero de Hollywood) y absoluta como debe ser en el género de "disaster movie". Dwayne Johnson "the rock" está presente con su carisma y actitud de héroe rescatista que lo mismo maniobra un helicóptero, una avioneta y una lancha. El CGI (efectos visuales) son impactantes y en gran medida son aterradores; muchas secuencias logradas con realismo, edificios derrumbándose uno tras otro, caos vial y un drama / romance que poco aportan. El guión en sí es bobo y poco trabajado, los diálogos son puro cliché así como personajes que su destino es predecible. El sismólogo que nadie cree sus predicciones, el padre de familia que va en búsqueda de la hija, el matrimonio resquebrajado que se une en la tragedia. Todo el metraje es cardiáco, desde sus primeros minutos vemos acción. El director lanza el primer terremoto y la presa Hoover de las Vegas es arrasada, seguida por la destrucción de California. Pero ahí no para el asunto, arranca un segundo terremoto en San Francisco con contínuas réplicas, es aquí cuando el espectador se queda boquiabierto ante el espectáculo de pirotecnia. Y para finalizar un impresionante Tsunami que destroza (por enésima vez) el puente Golden Gate y deja la ciudad inundada. Hay coincidencias, obviedades y el cerco de la bandera estadounidense pero se agradece el que no haya habido discurso presidencial ni ejército tratando de salvar al mundo. Recargadísima de efectos, vertiginosa, a veces inverosímil pero increíblemente espectacular y ruidosa. Para quienes busquen saciar su sed por ver que todo desaparezca, garantizados 110 minutos de adrenalina.