Japón es el país de los grandes estudios de animación. Y aqui se demuestra de largo. Un desbordante nivel técnico para un guión sumamente dulce. Me encanta que salgan este tipo de productos porque es una forma de abrir el anime a un público, por decirlo de alguna manera, normal. Nada de ciencia ficción, ni futuros postnucleare ni nada por el estilo. Una sencilla historia de amor.
Pero el guión rezuma un exceso de nectarina que yo no puedo aguantar. La apruebo por el nivel técnico pero por nada más.