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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
8
7,6
6.990
Documental En la década de los años 60, a modo de experimento, se introdujo en el lago Victoria una nueva especie animal: la perca del Nilo, pero este pez resultó ser un depredador tan voraz que exterminó todas las especies autóctonas de este gigantesco lago. El nuevo pez se multiplicó rápidamente, y en la actualidad sus blancos filetes siguen siendo exportados a todo el mundo. Enormes aviones de carga de la antigua Unión Soviética llegan ... [+]
12 de enero de 2007
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe otra guerra de los mundos, llena de depredadores, globalización y cinismo. África, esa cuna olvidada de la Humanidad, convertida en destino turístico de los privilegiados, despensa y vertedero de las potencias blancas occidentales, sobrevive como puede, gritando a pesar de no ser escuchada, sumergida en un pozo de pobreza, guerra, corrupción y marginalidad. Y aquí reside el mérito de La pesadilla de Darwin: explica algo que a casi nadie le interesa, mostrando una imagen del desarrollo nítida, pero molesta. De oportunísimo título, esta fábula terrorífica, salvaje, que trata sobre la evolución del más fuerte a costa del más débil, se convierte en una despiadada e irónica metáfora de nuestro Primer Mundo, que vive muy bien gracias a que en el 3º se vive muy mal.
Hubert Sauper, director y guionista, no deja títere con cabeza en este fresco desgarrador en el que el pez grande devora al chico en una espiral de atrocidades que, como la pescadilla, se muerde la cola, y en el que una omnipresente perca se convierte en catalizador de ese otro depredador que es el hombre. Sauper, siguiendo una metodología marxista, convierte la escasez de medios en virtud, y siguiendo el hilo de los descubrimientos en círculos concéntricos, amplia la perspectiva y el horror a través de un discurso, sólo aparentemente errático, que supone un recorrido sórdido y grotesco por testimonios descorazonadores y paisajes dantescos (un cementerio de pescado putrefacto destinado al mercado interior, niños que inhalan una cola líquida obtenida del plástico sobrante en el proceso de envasado para desconectar de una rutina de abusos sexuales y mendicidad, islas de concentración destinadas al obrero…). Además, confirma sus sospechas, señalando sutilmente, gracias al logro de respuestas disimuladas y evasivas pertenecientes al fuera de campo, a los culpables de esta situación: la falta de escrúpulos de los que siguen expoliando -¿acabóse realmente el colonialismo?-, la connivencia de los que la aprueban, supervisores de la UE incluidos, y la indiferencia de quienes apartan la mirada hacia otro lado (tal vez tú, tal vez yo).
Sauper, repleto de lucidez y arrojo, enseña sin juzgar, transmite sin manipular, rehuye el panfleto y la tentación de complacer, secuestra, en definitiva, nuestro interés y nuestra conciencia a través de contenidos filmados con honestidad y modestia. Y al mismo tiempo, uno recibe de algunos de sus protagonistas la mayor lección de humildad y dignidad que un ser humano puede regalar a otro. Porque, si de veras, a tenor del pesimismo de las conclusiones, es imposible, por no decir una utopía, cambiar el curso de la Humanidad, por lo menos, como mínimo, abrumémonos por nuestra parte de culpa. Documental impactante, necesario, memorable y valioso. Bofetada a recomendar en cualquier entorno y colectivo, no para sentir lástima de ellos, sino vergüenza de nosotros mismos, y que me recuerda unas palabras de Andre Bazin: la cámara oculta más que muestra.
La Maga
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