Haz click aquí para copiar la URL
España España · Salamanca
Voto de La Maga:
6
Drama. Comedia Warren Schmidt (Jack Nicholson) se acaba de jubilar y se siente completamente desorientado. Además, no puede soportar la idea de que su única hija (Hope Davis) se case con un necio. Por si esto fuera poco, su mujer muere repentinamente. Tratando de darle algún sentido a su vida, decide emprender un viaje en busca de sus raíces. Después de cruzar el estado de Nebraska en caravana, llega a Denver, la ciudad donde vive su hija. Tras ... [+]
14 de abril de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La búsqueda de un sentido a la vida es la gran preocupación que atormenta al Señor Schmidt.
Alexander Payne ya recurrió en su anterior película (Election) al uso de la sátira, pero en esta nueva ocasión aprueba por los pelos, más concretamente por los pelos de Nicholson, que da brillo a una de las mejores interpretaciones de su larga carrera, y de paso, se convierte en firme candidato a la estatuilla. Lástima que el resto de la película no esté a la misma altura.
Existencialismo
Schmidt acaba de jubilarse tras una intensa y fructífera carrera profesional al frente de una compañía de seguros. El tiempo libre y una sensación de hastío vital comienzan a atormentarle cuando, de repente, su mujer fallece, encadenante definitivo que le permite analizar con distancia sus cuarenta y dos años de matrimonio, tiempo que cree no haber aprovechado lo suficiente. Uno de sus primeros propósitos será recuperar la relación con su hija y evitar su anunciado matrimonio.
Alexander Payne acierta en esta sátira sobre la sociedad occidental contemporánea en la elección de su estrella, un tipo que responde a la clase de personajes envidiados por los actores, y que recuerda a los protagonistas trágicos de los escritores más representativos de nuestra literatura (Unamuno, Azorín, Valle-Inclán...), además de a películas tan recientes como American Beauty o Una historia verdadera. La partitura de Rolfe Kent acompaña estupendamente en los momentos más amargos, pero no consigue salvar las secuencias cómicas, que se pierden en un montón de banalidades humorísticas que no logran soportar la mezcla irónica de cinismo y seriedad, y que tanta falta hacía para incidir y profundizar más aún en los temas que nos presenta. A esto no acompaña demasiado el exceso de metraje. A propósito de Schmidt carece de un pulso y un ritmo lo suficientemente firmes, y eso se nota en el recurso facilón, aunque efectivo, de Ndugu, personaje esencial en la resolución de la trama.
La América profunda
La sonrisa cómplice del espectador se acrecienta cuando Nicholson se relaciona con el resto de los actores, de los que sobresale un Dermot Mulroney desaprovechado. Pero el mundo en el que vivía Schmidt, esa farsa en la que las apariencias en forma de vacuos discursos acaban resultando más importantes que el contenido, no desaparece, lo que produce un retorno al punto de partida, su casa. Aunque fallida e irregular (llena de verbalizaciones en vez de acciones), de todas maneras hay que saber agradecer este tipo de cine que trata de superar las barreras de lo políticamente correcto e intentan ser inteligentes, lúcidas y adultas al mismo tiempo. Seguramente Billy Wilder habría optado por la misma fotografía austera, acorde con el tono pesimista y depresivo de la historia, pero uno se pregunta qué habría sido capaz de crear junto a su muso Jack Lemmon con tal material en sus manos, una pócima explosiva a base de sentimentalismo vital y la burla más cruel.
La Maga
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow