Aunque durante una buena parte del relato mantiene la intriga y el interés, después éste se va desinflando debido a las carencias de un guión más bien mediocre y al que le faltan muchas claves y detalles.

Se puede decir, sin embargo, que está bien realizada, y que cuenta con un buen equipo técnico que hace un trabajo digno: montaje -Aledo-, fotografía -Civit- y música -Carlos Jean-.

En cuanto a la interpretación, Ariadna Gil sólo convence a ratos, pero en otros momentos está forzada, y Jordi Mollá da auténtica pena; uno de los peores trabajos de su carrera.

Como curiosidad, decir que el niño mayor en la película es aquel que en 'La mala educación' era el "favorito" del Padre Manolo.

En definitiva, una más bien decepcionante y floja obra de Calparsoro, pero que no hay que desdeñar del todo por algunos hallazgos visuales, que no argumentales o de guión, pues se cae a menudo en los lugares comunes del thriller de suspense y terror en demasía. Además, el final es algo tramposo y demasiado ambigüo.