Con el precedente de dos de las más magistrales obras de cine moderno, "Amores perros" y "21 gramos", había mucha expectación por ver el resultado del tercer encuentro fílmico del tándem formado por los cineastas mexicanos Alejandro González Iñárritu (director) y Guillermo Arriaga (guionista).

"Babel" es el significativo título elegido, y quizá no alcance la altura de las obras maestras citadas antes, pero sería injusto por ello no resaltar las virtudes de una de las más importantes, poderosas y atractivas películas del año recién concluído.

La narración se centra en hasta cuatro historias localizadas en otros tantos lugares del mundo, por lo que la película pretende dar una visión global y no localista de las barreras lingüisticas, y de todo tipo, que nos imponemos los seres humanos, y hace un análisis certero y desolador de la incomunicación en un mundo paradojicamente cada vez más cercano por obra y gracia de la tecnología y las comunicaciones.

La nueva obra de Iñárritu y Arriaga se sirve del llamado "efecto mariposa", (aquella teoría que habla de que el simple aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en el otro extremo del mundo), para demostrar estas tesis. Tan sólo hay que sustituir el aleteo de la mariposa por el disparo fortuito contra un autobús de turistas en pleno desierto marroquí y tendremos el punto de partida de la que también se podría calificar como la historia de un fusil.

Todos los aspectos técnicos están a un excelente nível cualitativo, como la ajustada fotografía de Rodrigo Prieto, la original y llamativa música de Gustavo Santaolalla, o la excelente labor de los montadores, en una historia que precisaba un gran trabajo en este aspecto, para poder saltar de marruecos a Japón, pasando por la frontera mexicano-estadounidense.

Igualmente, Glez. Iñárritu demuestra una vez más ser un excelente narrador visual y saber dirigir actores, pues el reparto hace que este "babel" de lenguas, lugares y gentes resulte más atractiva al espectador. ¿Cómo no emocionarse con la incomprensión vivida por esa chica sordomuda japonesa, y su búsqueda alocada del más mínimo indicio de afecto; o con esa "nanny" mexicana y su patética aventura en el desierto; o con ese niño marroquí cuyo único referente femenino en la etapa de su despertar sexual son su propia madre y su hermana?.

Queda por saber si en sus próximas obras, juntos o separados (se habla de una ruptura creativa entre ellos), Iñárritu y Arriaga volverán por la senda por la que han circulado hasta ahora, la de las historias cruzadas con desordenadas y geniales narraciones paralelas, pero lo que es de esperar es que ambos seguirán demostrando su enorme talento cinematográfico y brindándonos a los cinéfilos muchas horas del mejor y más importante cine contemporáneo.