'Sr. y Sra. Smith' es una peliculita mediocre de esas que que se estrenan un verano después de una enorme campaña de promoción, de la que todo el mundo habla durante unas semanas, que mucha gente va a ver porque parece que hay que verla y porque está protagonizada por dos sex-simbols del cine moderno, y que, tras este fenómeno efímero de verano, no sólo no pasa, evidentemente, a la historia del cine, sino que apenas queda en la memoria de unos cuantos espectadores palomiteros; y quizá esto último por motivos extracinematográficos.

La película, al servicio del potencial comercial y erótico de sus dos estrellas protagonistas, toma como referencia películas de infinita mayor importancia e inteligencia, como 'El honor de los Prizzi', 'La guerra de los Rose', e incluso, en una de las escenas finales, 'Dos hombres y un destino', con distinto resultado, claro, pues el final de ésta última y su ambigüedad no las permitiría hoy en día el espectador potencial de este mediocre y vulgar subproducto cinematográfico.

Y lo malo es que esta impresión queda al visionar la película en su conjunto, porque en sus primeros instantes se ve con cierta simpatía esa guerra de sexos y esa estructura narrativa, en la que ambos cónyuges aparecen ante un consultor sentimental revelando detalles de su relación y contando su primer encuentro, en una estereotipadísima Colombia, faltaría más.

A partir del momento en que ambos, agentes secretos, (y desconocedores de este hecho en su pareja), se dan cuenta de la realidad, las cosas empiezan a derivar en un mero espectaculo de acción y en la típica ensalada de tiros que sirve generalmente para enmascarar la falta de ideas de los guionistas.

Sólo algunos diálogos incisivos entre ambos, relativos por supuesto a la manida guerra de sexos, y esos mencionados instantes iniciales, hacen algo soportable esta pseudopelícula, en la que sus dos superestrellas se limitan a lucir palmito y cobrar su desorbitado sueldo... por no hacer nada más que vender su imagen.


Lo mejor: Algunas puyas entre los personajes principales

Lo peor: Todo lo demás