Con la ayuda de la preciosa partitura del gran Ennio Morricone, Giussepe Tornatore hizo llorar a todo el planeta en 1989 con esta película, uno de los mayores homenajes a la cinefilia y al hecho cinematográfico que se han producido en la historia del cine, y se convirtió en un clásico instántaneo en todo el mundo.

El hecho de contar una historia desde el punto de vista de un niño, y de localizarla en un pueblecito italiano de hace unas décadas contribuye a que la película resulte especialmente encantadora. El pequeño Totó, un niño simpatiquísimo, está obsesionado por el cine y hace amistad con el viejo proyeccionista del cine de su pequeño pueblo, que le permite conocer los secretos de su oficio. Con ambos iremos conociendo los acontecimientos que se suceden de fondo en Italia, mientras el niño Totó crece y conoce el amor, para marcharse y volver al cabo de los años cuando recibe una llamada de su madre en mitad de la noche...

El final de esta inolvidable y maravillosa 'Cinema paradiso' pasará a la historia del cine como uno de los más emocionantes, nostálgicos y admirables finales de película que se recuerdan.