Lejos de querer diseccionar ésta película escribo para recomendarla encarecidamente a todos aquellos que hayan perdido el gusto por el cine de animación, y por supuesto a los apasionados de éste (aunque me resulta difícil pensar que alguien puede ser aficionado a los "dibujos animados" sin conocer la obra de Miyazaki).
Esta película es un prodigio, germen de la insuperable obra maestra del mismo autor El Viaje de Chihiro. Sin duda recomendable para niños, quienes la disfrutarán sin parpadear, pero también para adultos que hayan olvidado lo que es una película tierna pero sin edulcorantes, educativa pero sin caer en infantilismos ni panfletos, en definitiva, bonita. Tras una historia simple y un dibujo genial, se halla una película inolvidable repleta de buenas intenciones que llegan, como no podía ser de otra manera, a buen puerto.