A muchos les pasará como a mí, que aunque ya fuimos advertido de lo mala que era esta película, la presencia de De Niro nos esperanzaba de que algo bueno se podía sacar. Nada. Una estafa. Da pena ver como un gran actor se entierra a si mismo con un producto irrespirable. La película en sí no deja de ser un intento por conquistar a los espectadores a través de la vuelta de tuerca o del giro inesperado. M night Shyamalan ya inició el camino con el sexto sentido, y Amenabar lo continuó con Los Otros, pero no todos los films de este estilo llegan a ser buenos. Parece que al director le importaba mas que su final fuese inesperado que la propia película en si misma. Una pena.