Las películas sobre desastres naturales siempre vienen con un pan debajo del brazo y suelen traer de serie, árboles arrancados de raiz, vehículos en posiciones imposibles, héroes anónimos, reencuentros familiares , es decir que una parte del trabajo ya viene hecho.

Lo más destacable es, Naomi Watts.
Es ella la que, con el permiso de la impresionante y poderosa gran ola, tira de ti y te arrastra hacia el fondo de la película, en un intento de supervivencia, tanto dentro como fuera del agua.
Ewan McGregor, está muy por debajo de ella a nivel interpretativo y a su lado, hasta resulta algo simplón y blando.
Marta Etura, figura en el reparto pero no la veo, a no ser que esté mezclada entre tanta gente que deambula de un lado a otro, perdida entre la multitud.

La tétrica banda sonora contribuye aún más a crear un ambiente de tragedia y de desastre resultando muy atemorizante.
Todo lo que sucede debajo del agua, es agobiante.

Es una película con buen nivel, con ganas de llegar alto pero, a la que le sobran muchos momentos de sentimentalismo fácil y de fraternidad artificiosa. Abusa de escenas resultonas y sensibleras, de esas que provocan la lágrima fácil del espectador.