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Voto de Ismael Alzola:
8
Ciencia ficción. Aventuras Último capítulo de la trilogía de precuelas de Star Wars, en el que Anakin Skywalker definitivamente se pasa al lado oscuro. En el Episodio III aparece el General Grievous, un ser implacable mitad-alien mitad-robot, el líder del ejército separatista Droid. Los Sith son los amos del lado oscuro de la Fuerza y los enemigos de los Jedi. Fueron prácticamente exterminados por los Jedi hace mil años, pero esta orden del mal sobrevivió en la clandestinidad. (FILMAFFINITY) [+]
10 de enero de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Lucas, consciente de que las dos primeras precuelas- "The Phantom Menace (1999)", "The Attack of the Clones" (2002)- habían sido poco ajustadas a la maestría y al nivel de la saga clásica de su space opera, decidió entablar un ajuste de cuentas consigo mismo y decidió poner al espectador en una historia que desarrolló todos los componentes magistrales y perfectos que animaron la trágica y dolorosa caída de Anakin Skywalker al lado oscuro.

Es más, después de quince minutos de película se vería el primer detalle despojado de poca sutileza que elevaría el rango despiadado y mortífero de su personaje a una realidad muy cercana. El aspecto melodramático está más controlado, la historia de amor que se deteriora mientras se incrementa ese camino oscuro anteriormente citado está medido y supeditado a un guion interesado en completar los resquicios de las Guerras Clon bajo una añadidura de acción fiel al universo de la franquicia y junto a una exhibición de nuevos personajes y territorios que destacan maravillosamente entre la flora y la fauna de este universo galáctico.

La apología fascistoide de esa espectacular y vengativa entrada al derrocamiento democrático y civil se tiñe de la tónica adecuada y de unas coreografías perfectas, con un despliegue musical- mastodóntico Jhon Williams- que acompaña ese sentimiento de derrota: en ese punto de inflexión George Lucas volvió a restablecer la leyenda con la que se había dado a conocer Star Wars al mundo en 1977.

En ese destino funesto pero ya adelantado, habiendo hecho gala del mayor exponente entre la contrariedad desempeñada por el bien y el mal en términos eufemísticos relativos a la "luz", concluye una de las leyendas ficticias de este subgénero, todo lo que surgiría después pudiera ser la personificación de Jar Jar Binks, pero más inocua, comercial e irremediablemente forzada.
Ismael Alzola
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