En Metrópolis, la clase privilegiada explota a la clase trabajadora. María, una joven humilde, predica la igualdad ante las masas, pero el todopoderoso amo de la ciudad ordena la fabricación de un robot idéntico a ella para que la suplante.

La obra cumbre del cine de ciencia ficción y la primera película declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una superproducción futurista de los estudios alemanes UFA rodada por Fritz Lang durante el esplendor del cine mudo, de la que se conocen numerosas versiones (la de Giorgio Moroder es la más controvertida). Después de tantos años, su mensaje mesiánico sobre la hermandad entre clases permanece tan actual como entonces, y su deslumbrante imaginería, de tintes expresionistas, supone el mayor referente del género (la figura de María robotizada es todo un icono cinematográfico del siglo XX).



"El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón."