Cinta de terror fantástico con motor de road-movie, en torno a una pareja de hermanos perseguidos por una criatura demoníaca que escoge a sus víctimas mediante su olfato. Un inesperado éxito dentro del género de principios del siglo XXI (aprovechando el tirón, dos años después se estrenó una secuela), cuya historia se ubica en la América Profunda y arranca al socaire de “El diablo sobre ruedas” (aquí el Mal azota la carretera a bordo de una vieja camioneta blindada en busca de materia regenerativa), para adentrarse a continuación en un submundo inhumano y truculento que haría las delicias de Clive Barker. Sólo al final cobrará sentido la canción del título.



“Cada 23 primaveras, durante 23 días, le toca comer.”