Recuerdo haber leído en un autor decimonónico tal vez Stephan Zweig o en el más cercano Sandor Marai, una anécdota masculina en el que un hombre confiesa a un amigo que cuando era joven --el confidente suele ser un anciano-- se había cruzado con una muchacha en la calle o en cualquier otro sitio y había intercambiado una intensa mirada con ella. Nada más. Luego la vida siguió y jamás volvió a verla. El viejo confesaba a su amigo que no había pasado ni un sólo día desde aquella lejana ocasión en que no pensara en la joven desconocida. "Inevitable" es un melodrama argentino cuya espina dorsal es una historia semejante con el sesgo optimista de pensar que en el amor verdadero todo es inevitable. Lo curioso es que recuerdo que la anécdota romántica ha sido fusilada más de una vez en el cine.La historia del directivo de banca, el escritor ciego, la escultora, la psicoanalista y su paciente, todos ellos entrelazados en una danza permanente y determinista, sigue un ritmo correcto hasta que al final se desboca hacia el drama y la tragedia para justificar un cierre optimista de la historia.


Otra muestra, un tanto fallida al final, del buen cine argentino --en coproducción con España-- que nos llega por doquier, liberado de sus excesos verbales, austero en la puesta en escena, bien dirigido por Jorge Algora. Y, como suele suceder, magníficamente interpretado. El enorme Federico Luppi como el escritor ciego y su antagonista Dario Grandinetti, como el banquero que pierde la cabeza, son lo mejor de la cinta, muy por encima del argumento y la realización. Por el lado femenino, bien Antonella Costa y un poco excesiva Mabel Rivera. La música realmente buena.