Realmente, me ha parecido soberbia esta secuela de "El Padrino". Si bien la primera parte terminó con un sabor agridulce, donde parecía que faltaba todavía algo por contar, en esta entrega, no sólo continúa donde la otra lo dejó, sino que nos traslada a otra serie de peripecias de la Familia, salpicada con aderezos de la infancia, juventud y primera madurez de Vito.

Las actuaciones son soberbias, Al Pacino, De Niro, etc., están excelentes, los planos son virtuosísimos, la historia está muy bien tramada. Verdaderamente cuentan más cosas a partir de esta entrega, de lo que cuenta la novela original, pero basta echarle un ojo para saber que el buen cine es intemporal.

Volver a decir lo que dije para la primera parte, destacar un punto de la película es imposible, pues todos están, la verdad, geniales, pero sí decir que, como dicen en la web, esta es igual de buena que la anterior, si bien cuenta con un apartado técnico superior a la primera, pero no se entendería esta segunda sin su predecesora.

Al final, satisfecho de haber visto esta joya, este diamante engarzado en el anillo precioso que ya iniciaría la primera de las partes. Complementaria a la primera y al mismo nivel, es imprescindible para, en primer lugar, los que ya hayan visto la primera parte, y en segundo lugar, para ver una de las mejores películas de la historia del cine.

Es de esas películas que deseas verla una segunda vez.