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Voto de Tony Montana:
5
Fantástico. Acción. Ciencia ficción. Thriller John Constantine (Keanu Reeves) ha estado en el infierno y ha vuelto. Nacido con un don que no deseaba, la capacidad de reconocer claramente a los ángeles y a los demonios híbridos que andan por la Tierra bajo un aspecto humano, Constantine se vio empujado a quitarse la vida para escapar de sus visiones atormentadoras. Sin embargo, en contra de su voluntad resucitó y se vio de nuevo en el mundo de los vivos; aunque debido a su intento ... [+]
1 de abril de 2007
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Constantine es una de esas películas que, basada en un material aparentemente interesante, y con un gran fondo, tratando temas a veces demasiado grandilocuentes para su propia existencia, pero que no dejan de ser interesantes, para al final cargarse toda la historia con un desarrollo totalmente previsible y plano, con una nula capacidad de sorpresa y reconociendo al momento todos los cánceres del cine comercial americano, que termina tirando a la basura un planteamiento que podría dar muchísmo más juego.

Siendo un refrito estético y argumental de varias cintas de gran éxito de los últimos años, como Matrix, Hellboy o Blade, que casualmente comparten mismas virtudes y mismos defectos, el protagonista no deja de ser una especia de sosías macarra del padre Karras (alias Juande Ramos). Es tan tópico que uno casi puede tomarse la aureola de tipo duro y solitario a broma, sabiendo que es algo que ha visto en otras tantas películas que tratan temas similares. Fuma, bebe, vive sólo, suelta frases lapidarias, y tiene un trato tosco y agrio con los demás, y más de uno podría pensar: Harry el sucio se ha hecho cazafantasmas. Pero casualmente, siempre hay alguien que al fina aparece y le acaba importando, y es que en el cine americano, ese personaje cínico y solitario al final siempre encuentra una razón para vivir y que le saque de su soledad, aunque Rachel Weisz bien lo vale. Con algunos detalles interesantes, la película entretiene enormemente, con dosis de acción muy bien llevadas, no siendo nada abusivas, e intercalándolas bien con el desarrollo, previsible pero interesante por momentos, de la historia. Una dirección simplemente correcta, que, a veces, abusa de los planos depalmianos, muy pretendidamente barrocos, y recurre a toques efectistas. Lo que más me ha gustado es el trato que tiene la ambigüedad, como se puede estar en dos bandos sin que el otro se entere, y ese juego, nada sutil, por otra parte, de meter a dios y al demonio y su particular partidita de ajedrez en todo ello, dándole a la película un toque más serio, aunque al final se echa a perder, como ya he dicho. Y algo que se echa de menos es un humor menos obvio, pretendiendo ser humor negro y quedándose en comedia adolescente.

La película me ha decepcionado en el diseño de producción. Realmente vacío y tan calcado a otras películas que piensas si realmente se han molestado en crear personajes creíbles o directamente se han apropiado de los vocetos de otras producciones del mismo corte. Unos malos que ya hemos visto en 2000 películas distintas, con una ambientación calcada de esta clase de pelis, y algún plano que parece sacado de un Resident Evil o un Silent Hill. La dirección de actores me ha parecido bastante flojita sin más, con unas apariciones-pseudocameos sobreactuadísimos, o el caso de Keanu Reeves, que la cosa va de que no tiene talento, le dirija quien le dirija. Lo mejor: Rachel Weisz.
Tony Montana
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