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Voto de Tony Montana:
6
Thriller. Drama Norte de España, finales de los 70, el verano más cálido de los últimos años. Norman (Paddy Considine) y Lucy (Virginie Ledoyen) son un matrimonio inglés que no atraviesa su mejor momento. Unas vacaciones junto a unos amigos, Paul (Gary Oldman) e Isabel (Aitana Sánchez-Gijón) pasa por ser la solución. Alejados de Londres, lo que se presenta como un idílico fin de semana de naturaleza y caza en el caserío recién comprado por Paul, no ... [+]
13 de abril de 2008
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobra decir que el cine español está falto de talento, porque además creo que es algo que digo cada vez que tengo que sacar el tema del cine español, que cae en los eternos temas desgastados de siempre y se apoya en la fuerza empresarial del cine comercial bien hecho que llega del extranjero para ocultar su falta de talento. Tampoco resulta tan difícil triunfar una vez que se ha llegado, sólo falta ser diferente a lo que se hace, y hacerlo bien, porque si en el folclorizado cine franquista el maestro era Berlanga, actualmente, en el politizado y ultrareaccionario cine progresista patrio únicamente triunfan Almodóvar y Amenábar, sobre todo este último, con una concepción puramente americana del cine, el espectáculo y la sorpresa como forma de acercarse al espectador unido a su buen talento de artesano muy por encima del de la media. A él intentan parecérsele esa última hornada de cineastas españoles de los últimos años que han tirado por un sendero rupturista tanto temáticamente como en el modo de planificar una historia. Bosque de sombras es, quizás, una de las más fehacientes pruebas de ese grupo de jóvenes directores que buscan cambiar la industria nacional para alerjarla del ombliguismo y acercarla más a un público al que se le engaña continuamente vendiéndole mortadela a precio de jamón ibérico. Aquí, el joven director, célebre por sus cortometrajes, elije algo que, bajo mi punto de vista, es cada día más un defecto en los jóvenes directores que salen de la facultad de CAV, y es, aparte de su, en ocasiones, barroco estilo, una constante falta de ideas en un guión que termina siendo una continua referencia a títulos míticos dentro de su vida como espectadores de cine, lo que hace que, aun siendo una interesante ópera prima, demostrando el control total que tiene sobre el medio, sí falte una sensación de originalidad que sí tenía, por ejemplo, otra película con los mismos referentes que esta, La noche de los girasoles.

Koldo Serra ha logrado construir una muestra de cinefilia que, plagiando más que homenajeando, pretende devolver al primer plano cinematográrfico a ese cine que ya no se hace, al western más crepuscular disfrazado de thriller de acción que tan bien condujeron autores como Peckinpah o Boorman en los años sesenta y setenta, donde la corrección política del cine contemporáneo sobra, la violencia fluye de forma natural y es tratada como una parte más del hombre que aflora instintivamente, y en ocasiones las mujeres no son más que el origen de todo problema posterior, siendo casi una obra misógina desde el mismo momento de su concepción. En ocasiones, el guión da un tratamiento epidérmico, superfluo, a las relaciones de los personajes, a sus conflictos maritales, para dar luz a la trama principal de la cinta, aquella en la que se habla del contraste entre la civilización de la que vienen los ingleses y su choque con la cultura patria.

(Continúa debajo)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tony Montana
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