Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Tony Montana:
10
Comedia. Drama Ed Wood es un joven director de cine, un visionario sin ninguna formación académica, aficionado a vestirse de mujer y con muy pocas oportunidades de hacer películas en un gran estudio. Sin embargo no ceja en su empeño de convertirse en un director famoso. Tras reunir a un curioso grupo de personajes, realiza películas de bajo presupuesto, excéntricas y no muy cuidadas técnicamente. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2006
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno ha terminado de ver esta película, le quedan en el cuerpo muchísimas sensaciones, pero yo destaco una que a mi me dejó: el cine es un auténtico circo. Podríamos decir que esta película es una mezcla entre Ciudadano Kane, y El crepúsculo de los dioses, pasada por la vitriólica mirada de Tim Burton, que consigue elevar una historia aparentemente poco prometedora a la categoría de clásico moderno. Una mordaz muestra del amor que le profesa Tim Burton a su particular mundo, y que transmite a la pantalla como sólo él sabe hacer. Y por qué no, también hacer su pequeña crítica al cruel sistema de estudios de los años clásicos de Hollywood, donde triunfar a veces no era más que un sueño al alcance de unos pocos elegidos. Y también, su particular crítica contra la jubilación anticipada de los grandes actores por culpa de su edad, personificada en este caso con el mítico Bela Lugosi, que como ya he comentado antes, es su particular El crepúsculo de los dioses. Pero eso sí, todo ello visto desde el prisma de un humor negro y satírico.

El personaje de Ed Wood es algo así como el Charles Foster Kane del cutrerío y la caspa. Pese a ser un friki, un auténtico perdedor, que a más de uno le deprimiría, a través de una maravillosa interpretación de Johnny Depp, la mejor de su carrera, consigue hacer que este personajillo nos parezca un verdadero cineasta. Y en mi comparación con la obra maestra de Welles, al igual que Kane, Eddie es un visionario, un soñador, que pretende llegar allí donde sólo los valientes llegan, y luchar contra todos los enemigos que se le pongan en su camino. Kane tenía al Chronicle y a gran parte de la sociedad americana, y Wood a los grandes estudios y a su escaso talento, aparentemente enemigos menos estratósfericos, pero no por ello pone menos empeño en lograr sus metas. Para ello contará con Bela Lugosi, al que Martin Landau devuelve a la vida de manera milagrosa. Ese acento húngaro, esos movimientos, y esa compostura, que recrean de forma casi patetica, aunque realista, al que fue el icono del terror durante años. Un Oscar más que merecido, por que realmente, es Bela Lugosi. Y un reparto de buenísimos interpretes, que recrean a la troupe de frikis que llevaba consigo Wood siempre, destacando a un Bill Murray en estado de gracia, haciendo un personaje que roba las escenas en los pocos minutos que sale, y una Patricia Arquette más guapa que nunca, amén de una Sarah Jessica Parker excelente, como novia chillona y frustrada actriz, que parece llevar el mismo sino que su novio.

Una maravillosa metáfora sobre la necesidad de las ilusiones, de ser uno mismo, de no dejarse amedrentar por nadie, y de buscar los sueños como si la vida nos fuera en ello. Una obra que emuestra el amor de Tim Burton, no ya por el cine de serie B, Z, y demás letras del abecedario, si no su amor por el cine en general, tratada con una sensibilidad y una suavidad que únicamente se encuentra en los jerséis de ángora.
Tony Montana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow