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Voto de Plácido Eldel Motocarro:
9
Drama La inminente muerte del anciano patriarca de una acomodada familia sureña crea una gran tensión ambiental. Uno de sus hijos, Brick, indeciso y apático, se refugia en el alcohol y se muestra completamente indiferente ante la situación, pero Maggie, su mujer, no está dispuesta a contemplar impasible su destrucción. El otro hijo, Gooper, al igual que su esposa, es ambicioso y oportunista. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es de las mejores adaptaciones -que yo haya visto- de las obras del melodramático Tennessee Williams, realizada y escrita por el no menos melodramático y excelente realizador y guionista, Richard Brooks; especialista en adaptar con acierto toda clase de obras literarias. Una vez más Williams nos introduce en el seno de una adinerada y poderosa familia sureña, en la atmosfera calurosa, húmeda, y asfixiante de sus enfermizas relaciones; en las que sin duda influye el exasperante clima del curso bajo del Misisipi. Y con la que el director nacido en “la ciudad del amor fraternal” compone un guión mayestático y dirige magistralmente el imponente e impagable duelo interpretativo entre Elizabeth Taylor y Paul Newman flanqueados por la inconmensurable presencia del veterano y excepcional Burl Ives. Donde la gata deberá resistir sobre el tejado de zinc… caliente.

He de decir que no soy muy aficionado al melodrama pero he de reconocer que cuando éste se presenta de manera tan sublime como en este caso me derrito ante él como cualquiera, me estremezco entre los acerados diálogos como el que más, y me veo, como nadie, inmerso en el fluir de mezquindades, hipocresías y emociones mientras éstas me ahogan con un nudo a la garganta.

“La gata sobre el tejado de zinc” es un compendio sobre inseguridades masculinas, sobre la fortaleza femenina, sobre confusas amistades, sobre clips que conducen al olvido y sobre agitadas y sangrantes relaciones, paterno filiales. Es una soberbia película en la que cada plano está perfectamente medido y encuadrado, en donde la fotografía expresa una luminosidad inaudita -mas a la vez hermosa y acertada- para definir un relato donde resplandece la amargura, donde se paladean las palabras, donde se inhala… “la mendacidad”.
Plácido Eldel Motocarro
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