Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Plácido Eldel Motocarro:
8
Drama Finales de los años treinta. Los mejores jugadores de póker compiten por el triunfo en Nueva Orleáns. Un joven jugador (McQueen) se incorpora al selecto grupo de tahúres que se proponen derrotar al rey "Robinson". Popular película con partidas llenas de suspense. (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
En este cuadrilátero se dilucidará, en una emocionante partida de póker descubierto arbitrada por Karl Malden y la encantadora Joan Blondell, no sólo quien es el rey del juego, entre Steve McQueen y Edward G. Robinson, sino quien es el rey en la pantalla. Y desde luego en esta última vence Robinson, quien aprovecha su aplomo y veteranía para batir plano a plano al joven aspirante, sin que éste se lo deba tomar a mal sino más bien como una lección, pues el tipo tiene carácter y carisma ante la cámara y sin duda algún día será el rey.

La película es entretenida sólo en su parte final. Al principio, la verdad, es que además de lenta resulta algo tediosa, y solamente se aguanta gracias a Ann-Margret y al impasible rostro de McQueen. Pero en su última parte, en cuanto aparece Edward G. Robinson, vale mucho la pena.

Un largometraje que se nutre del ansia competitiva que en tantas, y de tantas maneras, nos muestra el cine norteamericano. El que, en esta ocasión, trae a “El Chico de Cincinnati” (Steve McQueen), durante todo el metraje, obsesionado por ser el mejor, el número uno, the number one, o el “namber güan” (cómo tanto se popularizó, desgraciadamente en mi opinión, hace algunos años). Pero también alimenta, esa simpatía hacia el perdedor que tan buen resultado dio siempre en el cine; sobre todo a partir de los años setenta.
Plácido Eldel Motocarro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow