"Alice in Wonderland" dirigida por Tim Burton fue un éxito irreprochable en la taquilla del 2010, y con justas razones, el colorido y gótico estilo del equipo le hizo ganarse dos premios Oscars (por Dirección de Arte y Diseño de vestuario). Los clásicos de Lewis Carroll han sido adaptados a la pantalla grande once veces, y por lo visto es factible que lleguen otras cuantas. La carencia de la secuela es Burton, es irrebatible su ausencia y aunque este como productor ejecutivo su imaginación y gusto pide a gritos estar a riendas de la película. James Bobin (The Muppets) ejecuta de director esta vez, su visión es amplia y flamante pero las comparaciones con Burton hacen presencia en cada fotograma evidenciado. Parece que Disney olvida que es mejor obtener un victoria que un fracaso por culpa de la ambición.

Bajo un guion escrito por Linda Woolverton, adaptado a los libros de Lewis Carroll, "Alice Through the Looking Glass" nos presenta una Alicia (Mia Wasikowska) un poco mayor - realmente mayor - que regresa de alta mar luego de tres años, y que conserva la ilusión de volver a zarpar. Pero sus anhelos se ven frustrados cuando su ex aspirante a novio Hamish ( odioso y pretencioso interpretado por Leo Bill) se apodera del barco de su padre y de su casa, incitándola a vender el importante bote, quedarse con la casa y con un humillante y discriminatorio trabajo. Los problemas de Alicia no paran ahí, Oruga Azul (Alan Rickman, fallecido y respetado actor) le visita para seducirla a resolver ciertos asuntos de su interés en el País de las Maravillas.
Luego de una entrada característica de los libros de Carroll, Alicia hace frente a una terrible - y estúpida, perdón por la expresión - noticia, su amigo el Sombrerero Loco (Johnny Depp) esta muriendo lentamente. La única solución para recuperar la vitalidad del excéntrico joven es volver en el tiempo y ayudar a recuperar a su familia aparentemente muerta, pasando por millones de aventuras y excentricidades, acompañadas de visuales espectaculares y actuaciones para nada desagradables. Una pequeña sub-trama se ve involucrada en la historia de Alica, la verdad detrás de Reina Blanca (Anne Hathaway) y su hermana la Reina Roja (Helena Bonham Carter), una interesante adición al metraje.

La historia es uno de los obstáculos fundamentales, la falta de una idea firme y amplia hace que los 113 minutos de duración se vuelva tediosos, estresantes y lo peor adormecedores, haciendo que los espectadores tapen sus bocas, y no de asombro sino de aburricion. Pareció como si Disney hubiera optado por adaptar los borradores de la papelera de Carroll, si, querían que el Sombrerero tuviera importancia en la trama, pero la magia despareció. Un trabajo de tan alta magnitud debe estar milimetricamente editado, pero esta vez se les fue la mano.

Las secuencias de fantasía y aventura son efectivamente imponentes, acompañadas de una exagerada pero necesaria utilización de efectos visuales, menores o equivalentes a los de su antecesora. Sin embargo, los exuberantes efectos visuales no son lo suficientemente hábiles para ocultar un ritmo lento, un guion inconsistente y un pálida y ligera historia.

Los personajes se distorsionan y se alejan -algunos- de su estricto comportamiento en los libros, sin embargo Alicia, el Sombrero Rojo y la Reina Roja aun se roban todas las miradas. Estoy en total desacuerdo en que el papel interpretado por Mia Wasikowska sea plano, torpe y aburrido, no haciendo alusión a los libros y entorpeciendo la adaptación, creo que ella es la mujer precisa para el papel y si en algún momento ha fallado es culpa de los guionistas. Nuestra Oruga Azul interpretado por el profesional y rey de la actuación Alan Rickman, fue espectacular, serena y sustancial, digno de una tan completa y increíble carrera de un hombre y actor que estará siempre en el corazón del mundo entero, descansa en paz Alan.

Esta es la primera vez que Disney sorprende, y no de la manera que todos piensan. Con una evidente influencia de la discriminación femenina en Hollywood y la capacidad de decisión, Bobin y Woolverton debieron dejar su idea, solo como eso, una idea. Lenta, carente de la energía, palpitante continuidad y carisma de su antecesora, "Alice Through the Looking Glass" brinda un espectáculo visualmente majestuoso, sin embargo, confundieron a la audiencia con bebes, no somos estúpidos, tantos colores y preciosidades carecen de imaginación narrativa, creo que la Maravilla desapareció.