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Voto de Felipe Critic:
4
Terror Cuando una joven monja se suicida en una abadía de clausura en Rumanía, un sacerdote experto en posesiones demoniacas y una novicia a punto de tomar sus votos, son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no solo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de monja demoníaca, en una abadía que se convierte en un campo de batalla ... [+]
25 de noviembre de 2018
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Hasta hace solo unos años conocido por sus cortos, Corin Hardy realizó su primer largometraje en 2015 con “The Hallow,” filme de terror que convenció a unos pocos por medio de la llamativa imaginería y la cargada aura conjurada por la fotografía de Martijn van Broekhuizen. Siendo artista visual, tal parece que lo suyo es la creación de atmosferas sofocantes, ambientes que expelen incomodidad, cuadros que respiran perversión. Ambientada en una abadía de Romania en 1952, la locación principal era un mundo abierto para aterrorizar, por lo menos, en cuestión de atmosfera. Los asfixiantes pasillos, las oscuras habitaciones y los alrededores de la iglesia plagados por cruces y un frondoso bosque son herramientas claves que usa para concebir un ambiente de pesadez que a medida que la historia se despliega fortalece la sensación de inseguridad y pavor.

En contraposición a su bien lograda atmosfera, el gótico proveniente de los interiores del monasterio hace de las imágenes un mosaico ensombrecido salido de las producciones de la gran Hammer. Intentando ofrecer escenarios nunca vistos dentro del vintange prominente en la franquicia, la cinematografía de Maxime Alexandre (“The Hills Have Eyes” de 2006) escatima esfuerzos entregando escenas de menguado poderío visual, diseños de producción que resultan evocativos y, a la vez, aterradores. Mejores películas han sacado gran provecho del periodo, desplegando una imaginería tan única como brutal (“The Others,” “Crimson Peak” e incluso “The Woman in Black”). Apoyándose en demasía en juegos con la luz y el sonido, son pocos los encuadres arrolladores. Necesitaba más tomas como esa cenital de las monjas rogando por sus vidas.

Parte importante que hizo triunfar a la línea central de filmes fue la pericia para aterrorizar incluso al más valiente, una mezcla perturbadoramente efectiva de atmosfera, construcción de tensión de pulso quirúrgico, manejo diestro de cámara, empleo de memorables props y un acompañamiento musical que remata el efecto. Aquí, son varios los mecanismos que el director pide prestados, deteriorando considerablemente la opresiva atmosfera. Escapularios quebrados, crucifijos de cabeza, sombras movedizas, demonios que aparecen y desaparecen a conveniencia, engaños con la oscuridad inspirados en la ya imborrable secuencia de “hay alguien detrás de la puerta,” niños siniestros que corretean, millones pero millones de demoniacas religiosas— de verdad, es impresionante la cantidad —y un sinfín más de préstamos y tópicos que agregan poco a este especial universo. Sin duda, lo más desilusionante e insultante es la artificial girándula de jump-scares en la que Hardy ha convertido esta fogosa oportunidad. “The Nun” es una deficiente y superficial sucesión de sobresaltos que la sitúan como la peor de la franquicia entera.

Solo hay dos secuencias magistrales: la primera tiene lugar en el primer acto del filme e involucra al padre Burke, unas campanas y un cementerio; la segunda, la ya mencionada toma cenital del tercer acto. Más allá de DC y Marvel, para muchos— incluido fervientemente su servidor —este es su universo predilecto y es triste e indignante ver cómo, sino se le entrega el tratamiento adecuado, podría estar mutando en una serie de insulsos filmes de los estrenados en enero y febrero; mas allá de una decepción, es una gran alarma para nosotros los fanáticos.

El “horror factor” jugó parte en el éxito; sin embargo, la verdadera razón fue el excelente diseño de personajes, ellos nos preocupaban, nos involucrábamos en sus vidas, en sus sufrimientos. Principalmente, los protagonistas son una familia inocente— “Creation” es una excepción, — en este spin-off, lo son una novicia, un cura del Vaticano y un carismático hombre francés-canadiense. Pese a que los tres entregan buenas interpretaciones, los insustanciales personajes y las estereotipadas situaciones no llegan a despertar una conexión solida con la audiencia.

Abel Korzeniowski compone una banda sonora acorde tanto al género, a la época y a la espectacular atmosfera. Son composiciones ambientales opresivas, nutridas de suspenso e incertidumbre, que no se dejan disuadir por los hirientes sobresaltos de sonido. Del mismo modo, el terrorífico diseño de la monja titular, interpretada por Bonnie Aarons, es fenomenal, su presencia, exhibida con porte diabólico en “The Conjuring 2,” es incomoda.

Gary Dauberman revela un guion sencillo, predecible y entretenido, una trama que resulta satisfactoria únicamente por el giro final que desemboca en el primer filme a manera de cierre. La introducción es áspera y carente de estilo mostrando material exacto de “The Conjuring 2” con una edición poco cuidada.

Sepultando la blanda base argumental, Taissa Farmiga y Demián Bichir, sin sorpresa alguna, interpretan a sus personajes con gusto y credibilidad; no son personajes abiertos a profundizaciones dramáticas, pero sus comprometidas actuaciones ayudan a que el filme no se convierta en el fiasco que estaba destinado a ser.

“The Nun” de Corin Hardy es la única desesperante, superficial y— literalmente —oscura entrega de toda la franquicia; una precuela insuficiente que sacrifica a dos increíbles intérpretes, una atmosfera bien lograda, un score exponencialmente efectivo y un villano peligrosamente prometedor. Desprestigiando este auspicioso universo cinematográfico, Hardy entiende la ecuación que significó éxito para los anteriores filmes, por eso, abusa de sus recursos y técnicas para acabar produciendo una extraña propuesta que se afianza en su poco espectacular estilo gótico-medieval y sus trucos reciclados provenientes de los más vacíos y latosos horrores del cine moderno. Observando los resultados en taquilla, se podría estar gestando una alarma sobre el futuro de dicho universo en caso de que New Line continúe agrietando la propuesta con filmes desprovistos de un motor eficiente, original y emocional estrenándose año tras año. Te extrañamos James Wan, regresa a casa.
Felipe Critic
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