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España España · Madrid
Voto de loganxxx:
10
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2012
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero, desafortunadamente, muchos cineastas actuales han llevado esa premisa al extremo y, sin comprender ni un ápice de su significado, siguen defecando engendros repletos de tecnología digital y 3D que son solo imágenes vacuas y sin sentido.

Pero ese no es el caso de Hazanavicius. "The Artist" es una joya bellamente tallada para los que aman el cine, sobre el todo el cine clásico. Cada plano es una obra de arte sobriamente planificada, encajada a la perfección en un sencillo y soberbio guión. Porque este genial cineasta ha optado por la grandeza de la sencillez, por contar una historia entrañable y sencilla con solo dos protagonistas: la historia simultánea del ascenso y la caída desde la cima de la gloria y la fama. Pero ha construido su obra sobre una base inmensa, fabricada con toneladas de nostalgia y amor al cine a partes iguales. Cada homenaje, visual y musical, encaja de forma milimétrica en esta portentosa obra maestra en la que por fin se ha demostrado que el cine es eso: CINE con mayúscula, sin sonido, solo con imágenes, como hace casi 100 años los grandes creadores se veían obligados a contar sus historias: casi sin medios, solo con imaginación y talento para poder transmitir y emocionar al público. Hazanavicius tiene de sobra de ambas cosas, pero sobre todo tiene sensibilidad y ha sido capaz de parir una de las más grandes películas de la historia del cine, que se clava en el corazón y se agarra a las paredes de nuestra memoria con fuerza.

A destacar el actor y la actriz protagonistas: inmensos ambos, contenidos, emocionantes, graciosos, emotivos...; el perro: candidato al Oscar ya, por favor; la fotografía en blanco y negro: desgarradora y repleta de penumbras unas veces, luminosa y deslumbrante otras; la puesta en escena: sobria, elegante, medida, ajustada a la época; la música: escalofriante, ajustada al ritmo de cada fotograma, y nostálgica (inolvidable esa carrera en coche al compas del soberbio tema de amor de "Vértigo"); algunas escenas: el sueño del protagonista; el momento de la actriz y la chaqueta; el plano de la actriz en el coche, viendo alejarse a su amado...

A veces todo encaja a la perfección, y el metacine se revela como un ejercicio de estilo que nos traslada a la esencia del arte que nos hace soñar, emocionarnos, llorar... The Artist dinamita el corazón de los nostálgicos del cine, nos hace amarlo más, nos hace querer emborracharnos de cine, consumirlo hasta la saciedad. Y, sobre todo, nos hace comprender que siempre habrá películas únicas y diferentes, que aún podemos soñar mucho... y durante mucho tiempo... y con pasión, aunque sea en blanco y negro y sin sonido, solo con música; o, mejor dicho, gracias a que es en blanco y negro, sin sonido y solo con música.
loganxxx
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