Con el humor sucio y deslenguado del escritor de trainspotting, divierte por momentos. Refleja una policía más verosímil que de costumbre y nada de los aburridos héroes estereotipados que nos inundan siempre.
James McAvoy, se sale en su fabulosa recreación. Lo mejor sin duda junto a ese otro monstruo de la interpretación Eddie Marsan. Muy poco reconocido para el gran público y que con Mike Leight ha creado enternecedores y hondos personajes. Tiene alguna escena divertidamente guarrilla de sexo. Los títulos de crédito finales, originales.
Como siempre, muy recomendable ver en versión original y creo que a más de uno escandalizara y a otros divertirá y hará pasar una tarde de carcajadas y ciertas gamberradas desmitificadoras. Otra virtud del filme.
Habrá que leer la novela de Irvine Welsh.