Supongo que esta película ha suscitado cierto entusiasmo por lo mucho que tiene de desconocida; si la hubiésemos visto anunciada a bombo y platillo e inundando los cines, seguramente la media de las críticas estaría por el 3 o el 4. No niego un buen planteamiento y que el guión esté basado en una buena idea, pero no pasa de limitadamente acertado. En Equilibrium se plantea un mundo donde mediante un líquido se consiguen suprimir las emociones humanas argumentando que, así, liberada la humanidad del odio, el rencor, la ira o la furia, no habrá ni violencia ni guerras. Bueno...

Sin emociones no podríamos hablar, porque lo que nos impulsa a emitir un sonido es la necesidad de comunicar algo. Habría que plantear también de dónde surgen los niños y las parejas (que en la películo los hay), ya que el amor le debe mucho a lo que se desata (y segrega) en nuestros cuerpos a partir del deseo y la satisfacción sexual. Incluso alguos personajes supuestamente inmunizdos contra las emociones sonríen, en la película, o modulan su voz, algo que por supuesto no existiría. Los clérigos, los encargados de mantener el orden en este nuevo mundo, son una copia de los bomberos de Fahrenheit y Neo de Matrix con unas gotas de la Beatrix de Kill Bill y su dominio de la katana. Extrañamente, se dedican a quemar obras de arte como La Gioconda cuando, en un mundo sin emociones, ésta no sería más que un dibujo que no provocaría la menor emoción en nadie, así como la música sería un ruido; lo que convierte al ruido en música y a unos colores en un cuadro son el oyente y el espectador. Pero bueno, esto es Hollywood y hay dinero, así que podemos pasarlo por alto.

Lo que ya no se puede pasar por alto es lo tenue del guión, lo poco definida que está la sociedad (pese a lo logrado de la ambientación) y lo débil del desenlace final. No es ésta una mala película, pero no merece lanzar tantas campanas al vuelo, ni mucho menos; cualquier persona con dos dedos de frente tiene que detenerse unos segundos a plantearse cómo se ha llegado a esa situación, cosa que la película no explica; y pretender que sea algo... digamos filosófica, o existencial, sin haber explicado eso... Fracasa. Buenas escenas de acción que no atosigan al espectador, eso sí, pero de ahí a que sea mejor que Matrix... Matrix obliga a replantear la propia existencia de la realidad; que la hayan ensuciado con dos secuelas pésimas y que le sobren algunas escenas de acción no desmerece la calidad de la primera película. Equilibrium es sólo una más en su estela; y ojo, una correcta, una que no hace bostezar al espectador y hasta puede que le provoque un par, sólo un par, de limitadas y breves reflexiones. Pero no hay que pedirle más, porque tampoco lo consigue.