Como ópera prima, supera todas las expectativas. Realmente la típica temática americana "fin del mundo catastrófico" solo es una excusa para incrementar la tensión y para que el espectador no deje de cuestionarse de qué sirve esforzarse, luchar, resistirse, si total todo se va a esfumar en apenas tres días. Y para rizar el rizo, semejante argumento se ambienta en un pueblo perdido extremeño, de esos donde viven cuatro gatos y donde la tecnología no ha tenido a bien hacer una visita.
Es cierto que hay algunos importantes agujeros de guión, es cierto que en momentos llega incluso a hacerse pesada y a incitar al bostezo, pero creo que es más que justo reconocer las bondades de una película valiente, atrevida y en conjunto, muy digna.
Hace poco, en relación a otra cinta española, concretamente "Oviedo Express", mencioné que Víctor Clavijo nunca debió "salir de clase". Ahora mismo, lo retiro. En esta película, se luce y mucho; se ha transformado en lo físico, ha calcado el acento extremeño y lo borda en su papel de tipo frustrado de la España más profunda.
Eduard Fernández siempre da la talla y el resto del reparto, incluso los niños, están realmente bien. Algunos planos son sencillamente perfectos, hermosísimos y pese a no ser una obra redonda, es digna de destacar.

A mí me ha sorprendido.