Haz click aquí para copiar la URL
España España · Xanadú
Voto de Orson_:
7
Terror. Aventuras. Ciencia ficción La típica historia de terror de serie B -una expedición científica de exploración en el Amazonas que se encuentran con un ser monstruoso- le sirve a Jack Arnold, gracias a su acertada atmósfera y ambientación, para conseguir un clásico del género. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Magnífico ejemplo de cine fantástico de los 50 a cargo de un especialista del género, Jack Arnold, que ya había obtenido un cierto éxito con “Vinieron del espacio” y firmaría posteriormente “Tarántula” o la inolvidable “El increíble hombre menguante”.

Más adscrita al género fantástico que al terror, los científicos protagonistas hacen repetidas referencias a las investigaciones en el espacio y a la necesidad de explorar las zonas desconocidas de nuestro planeta para reflejar las inquietudes en boga en esos días, y a pesar de que se ven en peligro frente a la amenaza de la criatura, en parte intentan comprender su forma de actuar y les mueve siempre la obtención de conocimiento, salvo claro está, la actitud del inevitable personaje desagradable que lo ve como un trofeo de caza.

Son precisamente las relaciones entre los personajes lo más flojo de la cinta con diferencia, la bellísima Julia Adams, por mucho que se haga referencia a sus eficientes trabajos como científica, tiene una presencia puramente florero, y la forma de actuar del resto de personajes está plagada de clichés y situaciones vulgares. Todo cambia cuando aparece la criatura, de un diseño maravilloso que se alejaba de los maquillajes utilizados habitualmente para confeccionar en esta ocasión una criatura a cuerpo completo, y en la que especialmente sus garras crean un efecto aterrador que es utilizado constantemente a lo largo de la narración con resultados espeluznantes.

La película consigue sus momentos más logrados en todas las escenas subacuáticas, que suponen junto a la figura del monstruo, lo más perdurable en la memoria del espectador. Todas estas escenas están impregnadas de una mezcla de misterio siniestro y a la vez extraña belleza, que logra su momento culminante en el baño de la chica acompañada en paralelo por la criatura, que en ningún momento muestra intención de atacarla, sino que al contrario, la observa y queda fascinada. Es un pasaje oscuramente poético, aterrador al ser conscientes de que lo que está observando a la chica bajo el agua, pero plásticamente hermoso y sugerente al nadar ambos casi en sincronía. Una puesta al día del mito de la bella y la bestia en aguas del Amazonas.

Los castillos siniestros poblados de vampiros, hombres lobo y monstruos creados por el ego de emparentarnos a Dios han dado paso a un peligro que surge de las zonas desconocidas de nuestro propio mundo y que nos ve como una amenaza a su existencia. Son nuevos tiempos en los que se aúna la curiosidad por el espacio y las estrellas junto con la necesidad de conocer a fondo nuestro planeta y sus misterios. En ese contexto, “Creature from the black lagoon” (muchísimo más sugerente con su título original) encuentra su razón de ser.

Aunque ya quedaban lejos los gloriosos años de la Universal como santo y señal del género de terror, el merecido éxito de la cinta dio para varias secuelas, y lo más importante, creó una influencia que ha llegado hasta el cine contemporáneo como se pudo ver en la oscarizada “La forma del agua” de Guillermo del Toro.
Orson_
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow