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España España · Xanadú
Voto de Orson_:
8
Western Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865) y después de haber sobrevivido a una matanza de los indios, el ganadero Tom Dunson (John Wayne) y su hijo adoptivo Matthew Garth (Montgomery Clift) proyectan trasladar diez mil cabezas de ganado desde Texas hasta Missouri. Nadie hasta entonces había intentado una operación de tal envergadura. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Howard Hawks, un maestro reconocido con el paso del tiempo, tiene una larga filmografía llena de películas maravillosas en variados géneros, cuyos orígenes se remontan al cine mudo, pero en la que curiosamente sólo hay cinco westerns, rodados todos a partir de casi los años 50. Y digo curiosamente porque Hawks es con toda justicia uno de los más reputados autores del género, que se alinea en la época clásica a la sombra del gran John Ford.
De sus westerns, es recordado sobre todo "Río Bravo" y su hermana gemela "El Dorado", pero este "Río Rojo", que es el primero de todos ellos, es para mí uno de los westerns más completos y perfectos que he visto nunca.

Una de las frases célebres de Hawks afirmaba “soy tan cobarde que no empiezo una película hasta que tengo contratado a un gran guionista”, y vaya si lo llevó a la práctica en esta ocasión, porque el autor del guión, basado en una historia propia, es el gran Borden Chase, guionista de algunos de los grandes films de Anthony Mann, como "Winchester 73" o "Tierras lejanas".
La profundidad de los diálogos es impresionante (como la escena en la que la mujer de la caravana intenta convencer a Dunson de que no persiga a Matt), y esa calidad se traslada a la definición y evolución de personajes, ya que a pesar de ser un elevado número de vaqueros los que realizan el traslado de ganado, llega un punto en el que identificamos fácilmente a muchos de ellos, cada uno con sus características propias.
Una frase se me quedó grabada, la que le dice el comerciante de Abilane a Matt cuando van a negociar: “hay tres momentos inolvidables en la vida de un hombre. Cuando se casa, cuando tiene hijos, y cuando culmina esta tarea que antes todo el mundo le decía que era imposible de hacer”. Esa frase resume el sentido de las acciones de Matt, las que le hicieron variar de conducta en el tramo decisivo del argumento. No la codicia ni el egoísmo, sino el trabajo bien hecho, el sentido de la responsabilidad al afrontar un reto y comprometerse, que en el fondo es lo que más le une a Dunson, ya que es su misma forma de pensar, y paradójicamente lo que les ha separado.

El paisaje es otro elemento fundamental, rasgo identificativo del género, enmarcando en grandes montañas de fondo la pequeñez de los viajeros ante semejante trayecto, y luciendo sórdido, seco y arenoso acentuando la sensación de cansancio que desmoraliza a los hombres. La música de Tiomkin subraya continuamente la épica del viaje, inmejorable en las escenas paisajísticas que hacen avanzar la trama con los extractos narrados de la “Temprana Historia de Texas”, pero en mi opinión es demasiado descriptiva con los personajes y sus acciones, como queriendo subrayar algo que Hawks ya deja perfectamente claro con sus imágenes.

Asistimos sin duda a una de las mejores interpretaciones de John Wayne (indispensable oírlo en versión original), personaje rudo, terco, de ideas inamovibles, pero que a la vez nos transmite mucha dignidad y emotividad interior. Encuentra en Walter Brennan el contrapunto ideal de comicidad sin caer en la payasada, cocinero de la caravana que se pasa todo el viaje intentando ser su conciencia correctora, además de intentar recuperar la dentadura que perdió jugando a las cartas con un indio. Siempre tiene en cada situación una frase llena de humor pero que encierra una verdad incontestable. Y Montgomery Clift está sublime, nunca me lo hubiera imaginado en un western, y además haciendo de pistolero, y ahora no me podría imaginar a otro en su lugar. Fundamental su calado dramático para que la historia no desvariase hacia un enfrentamiento de a ver quien es más fuerte y más tozudo. Con él todo es más creíble.

Tas ver esta película, John Ford pronunció su famosa frase sobre Wayne “nunca pensé que este hijo de pu** supiera actuar”.

En definitiva, un western modélico, con todos los elementos del género (pistoleros egocéntricos, ataque de indios a caravanas, grandes llanuras, peleas entre vaqueros), pero con una gran carga psicológica en los personajes y una forma de narrar extraordinaria. Como la magnífica toma de la partida del viaje, cuando aún amaneciendo la cámara gira casi 180 grados para mostrarnos a todos los hombres y el ganado y acabar enmarcando a John Wayne para que dé la señal de salida.

Toda la cinta destila emotividad, los personajes están constantemente enmarcados en planos llenos de gestos y miradas enriquecedoras, que se narran solos sin palabras.

Y además es puro entretenimiento. Maestro Howard Hawks.
Orson_
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