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España España · Xanadú
Voto de Orson_:
8
Romance. Drama Laura Jesson es un ama de casa algo aburrida de la rutina que vive con su marido y familia. Una vez a la semana, suele ir a la ciudad de compras. En uno de esos viajes rutinarios, Laura coincide con el Dr. Alec Harvey en la sala de espera de la estación de ferrocarril. Ambos son de mediana edad, casados y tienen dos hijos cada uno. Comienzan a hablar, y tras disfrutar cada uno de la compañía del otro, ambos continúan reuniéndose ... [+]
16 de abril de 2020
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Es "Breve encuentro" una de esas pequeñas maravillas llenas de sensibilidad con las que uno fácilmente puede identificarse, tanto si ha vivido algo parecido a lo que se relata como si simplemente conecta con los personajes de la historia.

Todo está narrado en intimidad, apoyándose de manera sustancial en los personajes y sus diálogos, en primeros planos muy descriptivos o en encuadres que los aíslan del mundo exterior, convirtiendo esta efímera relación de personas corrientes en algo especial y sentido.

Aparte de la fuerza de los diálogos y de la voz en off de Laura que llena de sentimiento la pantalla mientras narra la historia, David Lean consigue crear momentos brillantes con el uso de las luces y sombras, que apartan simbólicamente a los personajes de la realidad y los aísla en sus pensamientos, así como con la utilización de los sonidos como parte fundamental de la narración. Ahí están los constantes avisos de los trenes que les recuerda implacablemente la caducidad diaria de su pasión, o cómo dejan de importar las conversaciones ajenas que van enmudeciendo para dejar paso a los pensamientos abstraídos de la protagonista. En la escena en la que Laura llama por teléfono a su marido para mentirle sobre su retraso, su rostro y figura quedan medio sumidos en las sombras, como una fugitiva avergonzada de sus actos, y sus palabras así lo confirman, "qué fácil es mentir cuando sabes que confían en ti, qué fácil y qué degradante."

Una de los grandes méritos de la película es conseguir que parezca especial y única esa relación espontánea entre personas corrientes, de apariencia corriente, con vidas y trabajos corrientes. Ninguno de los dos son especialmente atractivos, pasarían desapercibidos entre la multitud, y sus encuentros se desarrollan en lugares comunes de la vida diaria. Laura llega a comentar en sus pensamientos "estaba enamorada, no sabía que a alguien corriente pudiera pasarle algo tan intenso". Esos lugares que enmarcan la historia (la estación de tren, su cafetería, el cine, el puente por el que pasean) se irán repitiendo en el transcurrir de sus encuentros, pero ambientando de forma distinta cada ocasión según su breve relación pasa de la expectación al deseo y de ahí al remordimiento.

Sin duda es un acierto que el personaje principal y sobre el que se articula la historia sea el de Laura, conocemos a su marido e hijos, su rutina familiar, y son sus pensamientos de los que somos partícipes. Nunca conocemos a la familia de Alec, ni cuáles son sus intenciones más allá de lo que expresa en sus encuentros, así que la exaltación, las dudas y remordimientos que nos llegan son las de esa mujer de clase media acomodada, de rutinas diarias, que de repente ve su existencia desbordada por un deseo que no se creía capaz de concebir, y que choca permanentemente con su sentido de responsabilidad y angustia por las consecuencias dolorosas que una infidelidad repercutiría en su familia. Las escenas con su marido al llegar a casa por las tardes, mientras escuchamos a niveles distintos los diálogos que se desarrollan entre ellos y los pensamientos que discurren en su mente, son magníficas, porque la forma en la que está expuesta la historia por Lean y los guionistas no nos muestra únicamente la pasión surgida entre dos personas anónimas que se enamoran contra todo pronóstico, sino que constantemente nos lleva de vuelta al hogar de Laura para que seamos también conscientes de las consecuencias y nos involucremos emocionalmente en los remordimientos del personaje, llegando a compartirlos y a crearnos dudas a nosotros también.

"Breve encuentro" consigue emocionar desde la contención, atraparnos desde la sencillez, generar escenas mágicas desde lo cotidiano. Sus personajes consiguen nuestro cariño, comprensión y por último compasión, porque el suyo es un amor imposible que los arrastra y les causa más preocupaciones que alegrías, más remordimientos que felicidad. Puede que esa conclusión sea considerada convencional y reaccionaria, pero nadie dudará de que es real como la vida misma.

Muchas de las películas románticas rodadas posteriormente han bebido de la fuente de "Breve encuentro", de su mirada compasiva sin empalago, de su sensibilidad sin cursilería, de no juzgar a sus personajes y no condicionar al espectador. "Los puentes de Madison" de Clint Eastwood es un buen ejemplo, e incluso esa forma de estructurar la historia comenzando con una escena donde los protagonistas comienzan siendo anónimos y sus gestos y palabras son retomados de nuevo en esa misma escena desde otro punto de vista totalmente distinto, ahora que conocemos su historia, al final de la historia, se puede ver perfectamente en "Carol" de Todd Haynes.

David Lean tuvo la rara habilidad de ser capaz de lograr maravillosas obras intimistas y detallistas como "Breve encuentro", "Oliver Twist" o "Great expectations" y generar también posteriormente deslumbrantes superproducciones majestuosas como "Lawrence de Arabia", "Doctor Zhivago" o "El puente sobre el río Kwai", que siguen sirviendo hoy en día de ejemplo de cine con grandes medios rodado de forma espectacular. Es absurdo decantarse por una u otra faceta de este cineasta si con ambas nos ha hecho disfrutar y amar el cine.
Orson_
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