Después de leer la novela, pensé que tal vez podría obtener alguna copia del film. Luego de algunos avatares, pude lograr tal propósito.
Quedé gratamente impresionado.
Al cabo me dio gusto comprobar que los comentarios publicados en Filmaffinity fueron agudos y coincidentes en señalar los singulares valores de "Capitanes Intrépidos"
Víctor Fleming destaca con sorprendente autenticidad, la vívida y trajinada faena del pescador en su etapa manual. En ese marco, el film nos adentra en la entrañable relación de un niño prepotente, manipulador y soberbio, consecuencia de su desamparo afectivo, con un protector y cálido personaje en el cual encuentra la contención a su espíritu ávido de guía y comprensión.
Brillantes interpretaciones actorales que logran aportar tal grado de certezas a la acción, que más parece ésta de cuño documental. Particularmente la de los referentes centrales: Spencer Tracy, tal vez en la mejor composición de su singular carrera.
Aunque en rigor el único del "staff" cuyo rol contiene diversidad de facetas, fue el encarnado por Fredy Bartoholomew. Su personaje transita en pos de su catarsis; en tiempos de intolerancia y egoísmo; de reencuentro consigo a través del ejemplo de su mentor; de profunda y conmovedora congoja; y finalmente apreciamos los visibles efectos de su transformación. Todo con una calidad interpretativa admirable, que yo no he visto jamás en un niño de su edad.
Esta es un película que trasciende humanidad, soporte de su larga pervivencia, animada en su eje argumental por aquella entrañable relación que nos deja un mensaje, profundo, relevante y perdurable.
Por tal razón a partir del estreno de "Capitanes Intrépidos", hace 77 años, han desfilado ante nuestros ojos, centenares de intrascendencias, con desmesurados aportes tecnológicos, que solo han permanecido en nuestro recuerdo, el tiempo que ilumina la luz de un fósforo.

Homero, Mar del Plata Argentina