La historia de un naúfrago, que cuando está a punto de rendirse y quitarse la vida, encuentra lo que tanto ha buscado durante toda ella. Un compañero, que no es otra cosa, que el cadáver de otro hombre que llega a la orilla. Aunque es totalmente abstracta, das por hecho que se trata de una metáfora. y es entonces cuando cobra toda la belleza y el sentido de lo que el autor trata de exponer. Este ser cobra vida, para él, aunque no recuerda nada de su pasado. Por lo que, mostrándole todo lo importante de la existencia de los seres humanos, logra descubrirse a sí mismo. Comparten las mejores vivencias y experiencias juntos, sólos, sin apenas recursos y logran lo que nunca antes habían tenido: Amistad verdadera, amor, complicidad y un compañero para lo bueno y para lo malo. Una gran lección de vida la de esta cinta, con una banda sonora muy cuidada y bastante hermosa, que sabe emocionarte en los momentos que quiere hacerlo. Sin duda una película con un mensaje que merece la pena tener siempre en cuenta: que a veces la búsqueda de la felicidad hace que no la veamos, pero está más cerca de lo que pensamos. Y sobre todo se encuentra en los pequeños detalles, a veces donde menos esperas.