La enfermedad del Alzheimer, es una de las más tristes que se pueden llegar a sufrir, porque es el perfecto sinónimo de estar muerto en vida, y es que no hay nada más duro que perder los recuerdos de aquellas personas que siempre han estado presentes en tu camino, y que de la noche a la mañana, se evaporan sin que puedan volver a ser recuperados.

Vivir dos veces, refleja perfectamente como afecta dicha enfermedad, no solo a la persona que la sufre si no también los efectos que produce en sus propios hijos, al ver que su padre no recuerda como se llaman o un dato tan simple como su fecha de cumpleaños, aunque existen ciertas terapias que ayudan a que el efecto de la enfermedad sea más llevadero, lo cierto es que estas solo sirven para retrasar un poco todo el proceso.

Estoy convencido de que en un futuro no muy lejano, todas estas enfermedades que a día de hoy no tienen una cura definida, si el ser humano apuesta fuertemente por la evolución de la ciencia, conseguirá de algún modo, poner fin a todos estos trastornos, que aunque no tienen efectos físicos relevantes para el organismo, duelen igual que cualquier otro dolor físico.