Así es, el título de Pride & Prejuice fue perfectamente colocado. Estamos ante un drama romántico de verdad, es tal la gracia de Knightley junto a Macfayden que los demás personales quedan invisibles y aquí va estado la Pike con su belleza y talento.

Wright o quien lo haya hecho hace perfecto el lugar para la ocasión de la escena, una y otra vez, es uno de los mayores logros de película.

Tenemos al señor Darcy orgulloso, inteligente, rico, soltero, bien parecido y tenemos a la segunda de cinco hermanas, Elizabeth inteligente, avanzada para su época, pobre, solterona, su belleza no está en discusión, nunca se queda callada. Desde que se conocen, el desarrollo de su relación pasa por todas las etapas sin fallas argumentales, la relación siempre de menos a más, aunque el Elizabeth es un personaje fácil de conocer es el Darcy el que nos permiten descubrir, y es el personaje que va creciendo en la película, pero es tan inexpresivo que asusta, lo opaca el carisma y el carácter de Elizabeth.

La podría repetir tres veces más y me seguiría gustando, sencillamente la escenografía y los momentos van de la mano y los personajes junto con actuaciones memorables la convierten en el una gran película.