Sí, la película deja un cierto sabor a cine del bueno, sobre todo con las escenas finales en la guerra y en la postguerra (¿es postguerra lo que se ve en Israel?. Soberbia la ironía con la que Verhoeven en 2 minutos).

Pero antes de llegar a esas 2 escenas, la película discurre y discurre con momentos buenos, menos buenos, regulares y malos (tiene algunos agujeros en el guión que podrían haber sido resueltos sólo con haberle dado otra vuelta..... no quiero dar ningún ejemplo, aunque cualquier puede apreciarlos, porque se ven muy claros).

Muy, pero que muy bien Carice Van Houten, con una interpretación muy honesta y creíble. Ha sido una grata sorpresa.

En fin, se trata de un buen ejercicio de cine, sin muchas más pretensiones que eso, y que, precisamente por eso, tiene encanto.