Cuando ves a tu abuelo por 1era vez disfrazado en una cena familiar,te parece simpático e incluso divertido.
Al año siguiente cuando te vuelves a reunir con la familia y se vuelve o lo vuelven a disfrazar,empieza a dar algo de vergüenza ajena y resulta no tan divertido,pero al menos ha incorporado con el disfraz unas maracas (Chuck Norris) y eso al menos te distraes.
Pero un tercer año con el disfraz enmohecido y sin maracas ya resulta repetitivo,vergonzoso y aburrido.

Esa es la sensación que me ha quedado al salir de la sala.
Unos Mercenarios 3 sin gracia y aburridos como ellos solos,bueno, Antonio Banderas haciéndose pasar por el gato con botas y mucha "cafeína" en vena hace dar la nota pero sin melodía alguna. Un intento para mi fallido de añadir sangre nueva con los mas jóvenes sin carisma recién sacados de los juegos del hambre.Una violencia en el film equiparable al equipo A.Un Mel Gibson que comparte el mismo "café" de Banderas.
En resumen,película para ver y olvidar,y si te preguntan por ella contestar:"psh! Se deja ver"