Closer es una película interesante. Imaginad una comedia romántica protagonizada por un cuadrado (o cuadrilátero??) amoroso, en la que todo el mundo quiere follar pero no sabe con quien, de modo que acaban todos con todos y luego con ninguno.
No me malinterpretéis. Esta no es la típica comedia romántica, normalmente caracterizada por ser ñoña hasta provocar arcadas. Aquí los diálogos están muy conseguidos: son entretenidos, graciosos y a veces alcanzan a crear una fuerte tensión (sexual o no), pero llega un momento en que la película parece vagar sin rumbo. Los protagonistas no saben lo que sienten y, por ende, lo que quieren, lo cual sucede normalmente en la realidad, pero aquí, en una película, el espectador acaba gritando "¡Decídete ya, pelapavas!". Finalmente, entre tanto polvo de venganza y pichas hechas un lío, todo queda desmadrado y el gran aparato amoroso, que durante tanto tiempo los protagonistas se han esforzado en construir, acaba estampado contra el suelo y con todas la piezas esparcidas sin orden ni lógica.

Debo reconocer el enorme esfuerzo de los, por otro lado, grandes actores reunidos en Closer. Sin sus sólidas interpretaciones, este proyecto de film romántico hubiera caído estrepitosamente en forma de despropósito. Clive Owen se presenta en uno de sus mejores papeles, mientras que Natalie Portman se sitúa como la piedra angular que soporta el repertorio de caras bonitas dispuestas en la gran pantalla. Ya haciendo de reina Amidala (Padme para los amigos) en Star Wars se me antojaba poseedora de una belleza sencilla y sutil que me desgarraba el corazón. Aquí se corrobora que no soy el único que encuentra su inocente rostro como algo irresistible.

PD: la conversación por el chat te resultará tronchante si tienes alguna idea de la jerga que se utiliza en el inglés.