Paul Walker y Jessica Alba interpretan a una joven y enamorada pareja que vive en una isla del mar caribe. Aunque les falta el dinero, tienen el sueño de organizar una búsqueda submarina y así encontrar un tesoro hundido. No será para nada fácil, pues tienen la competencia de un cazatesoros local sin escrúpulos con muchos más medios que ellos. Aprovechando la llegada de un viejo amigo y su nuevo ligue, las dos parejas se dedican a bucear y divertirse.
La película parece pensada para vendernos el lugar como un paradisiaco lugar donde pasar las vacaciones y encontrar tesoros sumergidos sin apenas esforzarse. La cinta busca también el lucimiento de Jessica Alba, que está muy provocativa con el bikini que usa. Se equivocan en no fijarse más en Ashley Scott, que en Pisando fuerte demuestra que no tiene nada que envidiarle a su compañera de reparto, pero supongo que eso hubiera convertido la película de una de submarinismo y suspense, a una de bikinis.
La película empieza de forma lenta y tardará algo en mostrar más que panorámicas de la isla, tiburones y otras especies de peces o a los protagonistas comiéndose a besos. Las inmersiones se repiten continuamente, y aunque parezca que este debería ser un tema tratado de forma exquisita, es mejor evitar imitarles pues la simplificación de las escenas hace que se cometen muchos errores. El más llamativo es ver a los protagonistas hacer inmersión a pulmón libre durante mayor tiempo de lo que nadie sería capaz de aguantar.
Cuando por fin la historia arranca, el director consigue hacerla entretenida y hermosa, con suspense y acción. Tiene algunos giros argumentales tópicos, pero que resultan necesarios para mantener atento al espectador. No es perfecta, porque exagera las capacidades físicas de los protagonistas. Pone demasiadas casualidades en pantalla y no olvida la inescusable lección moralizadora. Aun así el conjunto es positivo y no aburrirá a nadie. Las tomas submarinas que incluye la película son excelentes. Solo por esas tomas ya valía la pena ver la película.
Sobre Paul Walker recae la mayor parte del peso de la historia, y aunque sea un actor con un par de títulos de éxito, no parece que transmitir emociones sea lo suyo. Encaja en el papel, pero le falta darle la personalidad que eleve su interpretación de la mediocridad. Jessica Alba está para ser la novia vulnerable y sensible. La ves adaptarse perfectamente a su papel, aunque más tiempo en pantalla no le hubiera venido mal. Scott Caan y Ashley Scott, como los que le traen problemas a la pareja perfecta, tienen un papel más complejo de lo que parece en principio. Deben resultar sus actos moralmente más cuestionables, de manera que les permite evitar en la historia los manidos tópicos de rectitud. Aprovechando esta libertad, aportan una aceptable interpretación, sobre todo Scott Caan.
Si consigues superar la introducción de más de una hora, verás que en la paradisiaca isla también hay lugar para la acción.