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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Terror Como requisito para trabajar en un asilo psiquiátrico, el joven Dr. Martin deberá entrevistar a varios pacientes "incurables" de dicha institución, y tras escuchar sus historias, decidir cuál de ellos es el Dr. Starr, su predecesor, quien enloqueció. Así, Martin tendrá acceso a las más aterradoras historias patológicas: la venganza de ultratumba de una mujer descuartizada; un maniquí que cobra vida gracias a la magia negra; una joven ... [+]
6 de enero de 2021
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Estupenda cinta de terror por cuenta de la productora Amicus, rival de la celebérrima Hammer, con la que compartía actores —Peter Cushing— y directores —Roy Ward Baker—, no así el gusto de la segunda por la hemoglobina, apostando, en cambio, por un terror menos físico. Otro rasgo distintivo de Amicus era su querencia por las películas de episodios. Aquí asistimos a cuatro, encuadrados en el que podría considerarse un quinto, que les sirve de hilo conductor.
Pese a las irregularidades inherentes a la variopinta gama de historias que integran la trama, preside el conjunto un artesanal “savoir faire”, un entrañable amor por el género y la mano sabia de Robert Bloch, autor del original literario en que Hitchcock basaría su icónica “Psicosis” (“Psycho”, 1960) y cuyos ecos se hacen notar especialmente en “Lucy viene para quedarse”, tercer capítulo de la antología. Con todo, mi favorito es el segundo, “El extraño sastre”, por su goticismo decimonónico —y ello con independencia de desarrollarse en los años setenta—, “pathos” trágico y la antedicha presencia, impagable, de Peter Cushing, encarnación de un cine extinto, prehistórico, casi dinosáurico. El primero —“Miedo congelado”— y el cuarto —“Maniquíes de terror”— se me antojan un tanto locos de más, sobre todo el último, ajenos ambos al espíritu que el fenomenal arranque, con las notas de Músorgski, la arquitectura historicista del manicomio y la niebla espesa como el puré de guisantes, invita a presumir.
En cualquier caso, se trata de un film con el que pasar un rato rabiosamente divertido y capaz todavía de infundir una sanísima inquietud incluso en el espectador más encallecido. Ojalá unos cuantos de los popes actuales del género le echasen un vistazo. No les iba a venir mal. A nosotros tampoco.
Carorpar
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