Tiene un comienzo desalentador, en el que una primera media hora lenta y sin interés hace que aparezcan en mí unas ganas tremendas de dejar de verla, ayudada también por una fotografía sacada de un contexto post-nuclear, que a primera vista no veía que fuera la ideal. Si tuviera que puntuar este comienzo sería la menor nota. Tras este comienzo me voy adaptando a la historia, gracias también a que hay alguna que otra buena escena con diálogos más fluidos.

Si consigues superar el comienzo es una película que se puede dejar ver y que va ganando nota a medida que avanza, el problema es que yo con la historia que hay detrás esperaba que se contara de una forma más convencional, pero al contrario, se mezcla lo irreal con actuaciones "no humanas" en lo referente a las reacciones. Se aproxima más a un cuento, si vas con ésta idea desde el principio será más fácil que te atraiga.