La enseñanza es uno de los pilares de nuestra sociedad y sobre el que debería caer la atención de todas las políticas y economías. Muchas veces el personal sobre el que recae la educación de nuestro futuro, tiene demasiadas presiones dentro y fuera del centro. Si además uno, se encuentra en su primer trabajo y tiene que enfrentarse a problemas que se le escapan resulta mucho más duro.
Nos situamos en Alemania, en una escuela normal con un colegio en que las clases tienen niños aparentemente bien integrados de diferentes culturas. Unos robos en la escuela, un video con una aparente culpable y un niño que se convertirá en la víctima.
La profesora, Carla, sentirá sobre ella el peso de un paso mal dado para averiguar la verdad que ha concluido en la situación actual. Pero por encima de todo está su idea de la educación y los valores que el niño protagonista, Oskar tiene y que no deben ser enmascarados por la situación. En su ingenuidad querrá enfrentarse a todas las injusticas que esto genera y a intentar aplacar todos los campos (dirección, profesorado, alumnos y padres de alumnos). Una tarea titánica que abre una serie de dilemas morales que quedan un poco sin resolución, vividos sobre la marcha.
Carla es la profesora de matemáticas y gimnasia y en sus clases está intentado enseñar a través del momento en que nace la Astronomía y las deducciones de Tales de Mileto y seguidas por Galileo explicar el mundo apartándolo de Dios y siguiendo la teoría de que los procesos llevan a los eventos. Qué todo se puede deducir a través de varias acciones o procesos que nos llevarán a las respuestas, como la solución de un cubo rubik. El lema de los alumnos que llevan la revista del colegio “La verdad todo lo vence” se convertirá en una losa, porque no siempre la verdad o la búsqueda de la misma trae la paz.
En la vida real, esos procesos no son tan fáciles de vislumbrar, cuando los enmascaran prejuicios, un cierto rasero diferente según quién sea el enjuiciado, y la ignorancia, que cómo sabemos es muy atrevida.
Adolescentes por ello que muestran solidaridad, que están dispuestos a acciones conjuntas para entender su mundo o rebelarse a él.
Una buena película, que te mantiene en vilo y que es apoyada con la música (Marvin Miller) que acompaña perfectamente los momentos de gran tensión. Especialmente remarcables las interpretaciones de Carla (Leonie Benesch) todo ojos! y de Oskar (Leonard Stettnisch)… así como su madre, Eva Löbau (Malditos Bastardos). La dirección de Ilker Çatak conduce perfectamente la película como si fuera un thriller.
Para mi el único fallo que muestra falta de coherencia es como Carla, con la que le ha caído, se presta a la entrevista con el periódico de los alumnos sobre el tema.