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España España · Sevilla
Voto de korgan:
7
Comedia Llevado por un extravagante sentido de los negocios, Groucho mete en un barco con destino a Nueva York a las grandes estrellas de la Ópera de Milán. A bordo viajan también unos polizones: Harpo y Chico. Entre los tres revolucionan el barco, organizan un escándalo en Nueva York y convierten la noche del estreno en una locura que el mundo de la ópera nunca podrá olvidar. (FILMAFFINITY)
10 de agosto de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cómicos fueron un baluarte de la primera época de la historia del cine; nombres como Buster Keaton, Chaplin, Abbot & Costello o Laurel & Hardy fueron pilares del 7º arte durante casi toda la primera mitad del siglo XX. Uno de los nombres más destacados fueron, sin duda, los Hermanos Marx con el genial y extravagante Groucho a la cabeza. Diálogos chispeantes, situaciones absurdas e irreales, juegos de palabras o el total anarquismo son algunas de las características más reconocidas de sus obras. Crearon escuela y cimentaron un tipo de humor que arrastra una legión de seguidores por todo el mundo. Empezaron siendo cinco hermanos (Chico, Harpo, Groucho, Zeppo y Gummo), aunque la mayor parte del mundo sólo se acuerda del resultante trío final formado por Chico, Harpo y Groucho. Pues bien, la primera película del trio, ya sin Zeppo, y la más recordada por sus escenas surrealistas y sus diálogos más ingeniosos es la conocida como “Una noche en la Ópera”.

Ambientada en el mundo de la ópera y burlándose incesantemente de las elevadas altas esferas de la sociedad estadounidense, “A Night at the Opera” contiene las míticas escenas del camarote atestado de gente, el contrato recortado continuamente al son de “La parte contratante de la primera parte…”, los aviadores barbudos o los movimientos de las camas del hotel. Los instantes donde aparece Groucho son obras de arte donde la risa está totalmente asegurada. No faltan actividades circenses o juegos malabares muy propios de las comedias norteamericanas de la época, pero la intención de abarcar a todo tipo de público -considerando que el cine todavía competía con el teatro, la ópera o el musical- le resta demasiado a lo que podría haber sido una comedia perfecta si en vez de tantas escenas musicales se hubiera ocupado de darle mayor protagonismo, si cabe, al gran e inolvidable Julius “Groucho” Marx.

Puntuación: 7 sobre 10.

Lo mejor: Groucho Marx.

Lo peor: Los pesados y abundantes números musicales.

La escena: El camarote de los Hermanos Marx (¿alguien lo dudaba?)
korgan
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