Con el primero tiene una relación de amistad y se llevan bien, pero él parece ser muy cerrado, algún problema interno tiene que le impide relacionarse. El otro ya desde el principio vemos como agarra a la chica y les dice que ella no es de goma, es lanzado para tocarla, aunque ella parece que no se lleva bien con él, le hace una llave y le deja mal.

Pero la tensión sexual ya está ahí y él, como buen chico malo, es más espabilado que el otro, sabe leer las emociones de ella y busca a la chica en un momento de debilidad en el que ella está al piano, sensible y con lágrimas en los ojos.
Él le hace arrumacos y por muy bien que se lleve con el otro, ella con quien termina follando es con él.

Cuando el médico nazi la está explorando ve que la chica ha tenido relaciones, ha sido penetrada.
Más tarde hurga en la llaga, le dice que pensaba que es con el chico con el que se lleva mejor con el que lo ha hecho pero que luego se dio cuenta de que fue con el otro. Y ya le advierte que si está embarazada es poco probable que el otro sea de esos que puedan ser pareja estable.

Esas escenas cuando los protagonistas son jóvenes, creo que son las mejores. Aunque siempre es bueno ver al fenomenal actor Ciaran Hinds, que interpreta al personaje de Sam Worthington de mayor.