Madre mía...
En mi niñez lo flipábamos con las andanzas de Willy Fog, con Dartacán y David el gnomo. Lo más morboso era la robot tetona de Mazinger y en algún capítulo los turgentes senos manchegos de Dulcinea...
Pero estos nipones están zumbados. Ahora todo me encaja. Colocan en horario infantil unos dibus ( como la mayor parte de cierto manga) de chavalas de tetas desmesuradas que enseñan las infantiles bragas a la primera de cambio, lo que contrarrestan con pelucones de medio metro de colores imposibles... Y claro, en su adolescencia se vuelven cosplayers que se travisten y lo pasan pipa fantaseando con ser esos personajes que ven a diario en la tele. Aunque luego pixelan el porno...
Escribo esto desde la más asquerosa de las envidias. No sé qué hubiera dado yo por tener tal despliegue de fantasía y pseudo erotismo en mis años mozos, pero si ya andaba más caliente que una Nespresso con los escasitos medios de que disponíamos, con lo que ahora critico habría sido muy muy muy fuerte...
Bueno, al caso, que Apocalispsis en el instituto es más de lo mismo, pero mucho mejor.
Cuidadísimo todo, brilla con luz propia el diseño de personajes, y aunque el guión se hace repetitivo conforme avanza, no cansa en un solo momento.
La banda sonora es una pequeña joya, con reminiscencias al cine de género zombie e incluyendo el tema principal de 28 semanas después como guiño homenaje.
Y vale, no sé si es muy para niños,yo a mis 34 tacos y con lo bruto que soy he pasado miedejo en algún que otro trozo, pero desde luego es absolutamente recomendable para cualquier fan de la animación japonesa, que todo sea dicho es infinitamente mejor que la que vemos más habitualmente por aquí, del terror y en especial del subgénero.
Las dosis de humor típicamente japo harán las delicias de cualquier fricazo.
Pues eso, que no se la pierdan.
Consta en principio de 26 episodios, aquí nos llega subtitulado hasta el 9 de momento, y son de lo más adictivo, te tragas tres seguidos sin darte cuenta, así que no sean tán ansias como yo y dosifiquen...
Lo mejor: Terror del bueno en serie de dibus. Ténicamente es maravillosa. Su banda sonora.
Lo peor: Se puede hacer un poquito repetitiva. El repelente profe líder.