Drama romántico sensibloide que busca fundir las emociones mas solidificadas de nuestro subconsciente, pero coño, que intente fundirlas con el calor equivalente al producido por un bostezo tiene su guasa.
Se pueden perdonar dos o tres intentos miserables por hacer que sueltes la lágrima, hasta que percibes que sus intentos literalmente terminan en querer obligarte por la fuerza a llorar, que no hombre que no, está mal hecha y además con alevosía.
Uno, no es un drama que tu papá con pasta, el cual te paga TODO, se dedique a amasar más pasta aunque con ello pase de ti y de toda la familia.
Dos, perder a tu hermano sí es un drama pero no por ello vas por la vida andrajoso y sin ducharte.
Tres, gran falacia muy extendida entre los legos creer que por atravesar una tragedia en la vida uno se vuelve más profundo o sencillamente un incomprendido, bla bla bla...
Cuatro, a tu hermana le cortan un mechón de pelo y acuden a tu casa amigos y parientes como si de un funeral se tratase, lo más descojonante, ¡para darte las condolencias!
Cinco, el final, jajaja, sí, el final, es la excusa perfecta para que Robert Pattinson decidiese participar en esta cinta como productor ejecutivo, creyendo que con esa patética escena de sensiblería caducada la película no solo tendría buenas criticas sino que ademas (lo mas importante a fin de cuentas si eres productor ejecutivo) recaudaría muchos millones gracias al corazoncito sangrante de muchos yankys.
Lo siento...pero no.

Di Angelo