Acabo de ver la película en La 2 y todavía estoy perplejo, porque como han apuntado ya técnicamente es soberbia (música, montaje, etc.), el retrato de la relación de la pareja es certero y creíble, y las interpretaciones no me parecen malas en absoluto... pero es que argumentalmente es una bazofia aberrante que no hay por dónde cogerla.

Aunque en esta película la premisa del "extraño en casa" está mejor resuelta que en la que da título a mi reseña (otra española, del 2002, en la que un escritor en horas bajas interpretado por Jorge Bosch veía como su ex mujer vendía su enorme casa... y luego él se quedaba a vivir en ella sin que la nueva inquilina se diera cuenta, cómo no... ¡y además se enamoraban!), la premisa, el eje de toda la película, sigue siendo algo absolutamente ridículo: no solamente alguien se queda a vivir en casa de otro alguien sin que ese otro alguien se dé cuenta, sino que luego el mismo protagonista, inicialmente víctima, repite la jugada a la inversa y se convierte en el intruso de una casa por donde pasa más gente que por la 13 Rue del Percebe sin que nadie, naturalmente, se dé cuenta tampoco de su presencia.

Hombre, yo me considero bastante tonto y también estoy separado y eso, pero si no me diera cuenta de algo así ya sería retrasado mental. ¡Que hay un tipo duchándose en tu casa y tú estás al lado y no te enteras! Esas estupideces echan a perder cualquier película, y más las que tienen pretensiones de verosimilitud y llegan a conseguirla, como es el caso.

Pese a la habilidad del director para jugar con ingredientes propios del suspense y del cine clásico (elementos aparentemente azarosos como la llave oculta en la repisa, el retrato bajo la cama...) y para crear tensión a veces con auténtica maestría mediante elementos muy limitados (los escasos espacios en los que se desarrolla el film, por ejemplo), a medida que avanza en su metraje la película se vuelve algo absolutamente ridículo, cuyo visionado podría abandonarse en cualquier momento ya sea por pura apatía o por indignación. En mi caso experimentaba una extraña mezcla de las dos cosas, pero no podía dejar de verla simplemente por ganas de saber cómo acabaría semejante despropósito, un desenlace que ya imaginaba tan rimbombante como escabroso... a juego con todo el "crescendo" de la película, vamos, como así fue.

La sarta de despropósitos es innumerable... Menciono los más gordos en el apartado de spoilers porque detallo cosas de la película que pueden "estropearla" aún más si no se ha visto.

En definitiva, EL HABITANTE INCIERTO es como un paquete repleto de talento que alguien ha tirado a la basura sin abrirlo siquiera, o al menos esa es la sensación que he tenido después de verla. No obstante, pese a ser en definitiva una película estrepitosamente fallida, para mí Guillem Morales se ha convertido en un nombre que tener en cuenta por las virtudes que ya he mencionado, igualmente innegables para quien suscribe estas líneas.