Sé que mucha gente detesta ésta trilogía de Star Wars, y que ésta no es ni de lejos la mejor película de la historia. A pesar de todo, tengo un muy grato recuerdo de cuando era niño. Creo que fácilmente, me he tragado éste film cinco o seis veces, y estoy deseando pillármelo en Blu Ray (hoy de hecho he adquirido Batman & Robin, para que luego me digan que no me pueden gustar bodrios).

Tengo que decir algo: sé muy bien que la trilogía original de Star Wars es muy superior a ésta segunda (y también quiero anotar que el episodio VII es muy, muy bueno, tal vez un poco mejor que ésta película), y que empero, prefiero ésta. Las he visto más veces y el contexto me ha atraído más desde siempre.

Toda la época de los Jedi controlando la situación y los Sith resurgiendo me parece muy buena para contar una historia, pero me voy a limitar a hablar de esta película como es lógico. Me encanta el ambiente y cómo la película consigue crear escenarios muy memorables, especialmente Mustafar. Técnicamente, para el año en que salió, me parece muy potente y digna.

Sé que no es perfecta y peca de varios agujeros en el guión, o de no ser muy original en cuanto a ciertos temas que toca y la manera en que los toca. No obstante, para mí, tiene algo muy innovador y que en su momento me dejó sinceramente muy tocado: todo el tema de Anakin. Estaba acostumbrado a verlo de bueno, y su transformación en esta película me parece muy coherente (en un contexto general, a pesar de los agujeros que he comentado antes) y muy dramática.

No creo que sea spoiler decir que Anakin se vuelve malo, y que se convierte en Darth Vader. Esto sería como, no sé, decir que Aerith de Final Fantasy VII muere; está demasiado asimilado, y con cómo está el mundo de Internet hoy día, más que sabido por todos. Esta transformación del personaje me recordó muchísimo a Arthas de Warcraft III, mi primer videojuego, y creo que por ésto precisamente fui capaz de empatizar tanto con la escena y con Anakin.

Tiene momentos muy intensos y, en especial, el último duelo entre Anakin y Obi Wan. Creo que no podría estar mejor compuesto, por muy espectacular y muy "Zack Snyder" que pueda ser: la manera en que utilizan la música para subrayar ciertos momentos de tensión, lo catastrófico que es el planeta de Mustafar, además de estar puesto precisamente al final de la película (te hace pensar y sentir que todo está acabado) y las actuaciones de Ewan McGregor y Hayden Christensen me parecen simplemente sublimes. No diré que es el mejor duelo del mundo, pero a día de hoy, es mi preferido y de mis escenas preferidas de película alguna.

Me da mucha pereza pensar en una conclusión creativa, así que simplemente diré que ojalá Star Wars VIII y IX sean muy buenos films también.