Paul Greengrass nos ofrece un producto aceptable basado en hechos reales, no del todo reales, porque lo más importante, el personaje real, el capitán Richard Phillips dista mucho de las bondades y la actitud del otro capitán ficticio Hanks quién, al ofrecerse como rehén falsea la historia en pro del espectáculo. La obra en sí no contempla grandes horizontes cinematográficos ni originalidad destacable, digamos que el gran maestro Tom Hanks y el desconocido Barkhad Abdi se ocupan de salvar la película gracias a sus interpretaciones.
La película es patria, demasiado rimbombante y exagerada en pro de las tentaciones "Oscarcianas" venideras. Plantea de soslayo, con demasiada ligereza la raíz del problema de la piratería marítima en Somalia para centrarse en la acción, el entretenimiento, y el desenfreno tecnológico militar descuidando el vergonzante escenario que subyace detrás de cuatro miserables ex-pescadores muertos de hambre. ¿y qué nos van a contar los americanos? Banderitas, Patriotismo y millones de ciudadanos sin la mínima asistencia sanitaria. Lo dicho, la película se salva por las interpretaciones tan realistas y convincentes.

Puntuación 5,7 Saludos.