Las marabuntas de orcos en Moria parecían hormigas carnívoras buscando algo que comer y la muerte de Gandalf a manos de el Balrog (otra criatura inmensa, con esa boca de fuego que parecía emanar calor y todo) fueron ya la guinda del pastel.

Y si bien el cambio Arwen por Glorfindel al principio pareció bastante ridículo, habrá que admitir que al final quedó bien y todo.

Y la forma de grabar la muerte de Boromir, con la cámara lenta, el sonido de las flechas que parecían atravesar a los espectadores de la sala...

La verdad, no tengo palabras. Fue el comienzo de un hito, y desde esa película se vio claramente que era una obra maestra, que, a pesar de los pequeños defectos del director, se iba a converitr en una de esas películas indispensables en cualquier videoteca. En la mía al menos sí