En esta segunda entrega de Equalizer, en mi opinión, la trama principal es muy previsible. Las diversas historias, aparte de la principal, que se ven a lo largo de la película, me parecen mal desarrolladas y con una resolución muy simple. Está muy bien que se hayan acercado más al personaje de Robert McCall de forma más intimista, pero realmente al terminar de verla me ha dejado con la impresión de que su historia es una mezcla de clichés que sirven para exaltarlo como Equalizer y de una manera que me ha parecido que debieron optar por un título más acorde con lo que uno ve, como por ejemplo "el invencible" (y luego explicaré por qué). Con unas frases para despistar (para reírse) y otras frases con filosofía del bien y el mal, neutraliza muchas veces a quienes se enfrenta, de forma poco creíble, que si estuviéramos ante una comedia lo pasaría. Yo sé que a muchas personas estas frases les puede gustar, pero a mi me sacan de la película porque a los personajes a quienes se los dice, reaccionan convenientemente para que el protagonista se luzca.
Los antagonistas son de pena, y más aquellos personajes que debieran tener la capacidad de enfrentarse a McCall de forma más competente. Uno de los mayores problemas que le veo a la película, es que me resulta difícil empatizar y encariñarme por así decirlo con el protagonista por la poca profundidad en su desarrollo, parece más un superhéroe mal ejecutado, nunca exploran las consecuencias de ser protector o equalizer, al ser una secuela me extraña que todo sea miel sobre hojuelas en su misión o filosofía de vida. Además de que nunca tiene una dificultad, de ningún tipo, parece que además de protector es un protegido porque a lo largo de todo el metraje nada se le tuerce ni nadie le es rival. Por lo que en este aspecto se me hace aburrida.
No tiene tantas escenas de acción y con tensión como me esperaba y gustaría.
Le doy un cuatro por alguna escena de acción (la final), la parte técnica y por Denzel Washington que puede dar más de sí porque es un buen actor.